Menos gente que otros años. Esa era la impresión de la policia local ayer por lo que respecta a la asistencia a la romería de San Blas. Y cifraban en unas 1.500 personas las que habían pasado por las inmediaciones de la ermita durante la tarde. Pero en el conjunto del día, la cifra global debe ser bastante superior.

Así lo cree Antonio Pariente, párroco de San Blas desde el 2003, quien explicaba a primera hora de la tarde que por la mañana ya se habían vendido unas 3.000 roscas del total de 6.000 que había hechas para ayer y que contaba con vender. Sumando a esas las 500 del viernes, cuando acudieron los niños a la ermita, y las 500 previstas para hoy, en los tres días se habrán vendido unas 7.000. "Más o menos como todos los años", dice Pariente.

La tradición también manda comprar un cordón milagroso y ponérselo en el cuello para evitar los males de garganta. "Cada año se venden más" dice Pariente. El año pasado fueron 4.800 y el ritmo de venta, según las personas que atendían ayer la mesa, era mejor este año. Por si acaso, tienen preparados 9.000.

GRAN ARRAIGO Este año se celebran los 50 años de la parroquia de San Blas. Pariente no duda que la devoción es antigua: "Es un santo con mucho arraigo -dice-. En esta ermita hay datos de mil quinientos y pico. La cofradía de San Blas ya existía en torno a 1.520". Esa devoción se da en Cáceres ciudad y en muchos de los pueblos de la diócesis, según el párroco.

Antonio Hernández, presidente de la Asociación de Vecinos de San Blas, recuerda que esta romería "era la única fiesta popular de Cáceres y nosotros hemos intentado que vuelva a ser fiesta local, como nunca debió dejar de ser". Hernández mostraba su satisfacción por la afluencia de gente. Su asociación organizó una chuletada ayer por la mañana y fue un éxito. "Dimos las 1.200 o 1.300 raciones de chuletas que teníamos -comenta-. En total, 100 kilos de carne. Y se habrían consumido más si las hubiésemos tenido".

Hernández recuerda que desde la asociación se ha hecho todo lo posible para animar la romería y que acuda cada vez más gente con traje regional. "Cuando empezamos a apoyar la fiesta de San Blas -cuenta- venían vestidas 8 o 10 personas. Porque esa tradición se fue confundiendo con el carnaval. Hemos intentado que se vuelva a la tradición y el año pasado vinieron más de 250 personas vestidas con el traje regional". Durante la tarde, los romeros disfrutaron de la actuación de las formaciones infantil y de adultos del grupo de folclore El Redoble.

Entre quienes se acercaron a la ermita no faltaron la alcaldesa, Carmen Heras, y numerosos concejales. Preguntada sobre la posibilidad de que San Blas volviese a ser fiesta local, Heras recordó que el ayuntamiento solo puede fijar dos fiestas locales al año. Al tener ya consolidadas San Jorge y la feria de mayo, el problema sería cuál quitar para dar cabida a San Blas.

Los actos continúan hoy, día de San Blas, con misa a partir de las 12.00 horas y procesión.