Ya está todo a punto para celebrar la fiesta de Las Candelas y San Blas. La primera comenzará esta tarde con eucaristía, mesa de ofrendas y venta de las populares roscas (17.30). El programa continuará mañana con procesión hasta San Mateo (11.30).

Después vendrá San Blas, con su tradicional romería este sábado, 3 de febrero, con la venta de roscas, tómbola, cordones, mesa y ofrendas y rastrillo popular. El párroco de San Blas, Antonio Pariente, explicó que se pondrán a la venta entre 5.000 y 6.000 roscas al precio de 1 euro, y 4.000 cordones, a 0,80, muy típicos porque según la leyenda han de colocarse en la garganta ya que San Blas es el santo protector de la garganta.

A las 12.00 comenzarán las actividades que ha organizado la asociación de vecinos, con raciones de prubea y poche para todos, juegos infantiles y premios para los mejores trajes regionales de niños y mayores. No faltarán los coquillos. A partir de las 13.30, en el escenario de San Blas, habrá actuaciones de grupos regionales de coros y danzas. Los actos continuarán el domingo, a partir de las 12.00, con una eucaristía del santo con procesión por los alrededores de la ermita. Se prevé buen tiempo.

En el año 1500 ya existía la cofradía de San Blas el Mozo y su romería, pero la vieja ermita tuvo que esperar mucho tiempo, hasta 1958, para que la ciudad comenzara a envolverla y el obispo Llopis la erigiese como parroquia. Entonces llegó el sacerdote José Reveriego, quien puso tanto empeño en sus cuatro décadas de trabajo que el barrio le dedicó una calle. Le siguieron los Dominicos y desde el 2002 el sacerdote Antonio Pariente.

La de San Blas es una fiesta que lleva celebrándose desde 1613 y a ella acuden miles de cacereños. De manera que casi 500 años de historia contemplan la romería de San Blas, festejo tradicional donde los haya que a finales del siglo XVI, según recogen los dodumentos históricos, cantidad de devotos bajaban la reliquia del santo de San Juan a San Blas la tarde del 2 de febrero. Y la costumbre se mantiene.

La cita es ineludible no solo para los vecinos del barrio sino para los cacereños en general.