No faltó de nada en el día grande del patrón local. El buen ambiente, el calor y la normalidad marcaron ayer los actos de San Jorge en una jornada intensa que reunió a mucho público en el casco histórico. Como ya sucedió en la víspera durante la tradicional quema del dragón, la plaza Mayor y sus aledaños se transformaron en el mejor escaparate para rendir tributo al héroe, coincidiendo con la segunda jornada del novenario de la Virgen de la Montaña en la Concatedral de Santa María.

Un año más, los patronos cacereños lograron revivir la tradición con la brillantez de las mejores ocasiones. Solo hicieron falta las ganas de disfrutar de un espléndido día de sol para dejarse llevar por la fiesta, que alternó una misa y la procesión cívica de autoridades civiles y militares con el homenaje a los doce trabajadores municipales jubilados este año y un cocido popular en la bandejina .

Pero el momento de mayor emoción se vivió cuando pasaban cinco minutos de la una del mediodía: el concejal del PP Jorge Carrasco, el más joven de la corporación con 27 años, tremoló el pendón de San Jorge en el balcón municipal ante la mirada del resto de la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa Carmen Heras. Del equipo de gobierno solo faltó Víctor Santiago Tabares y de los populares, la portavoz Elena Nevado --de viaje por motivos profesionales según explicaron compañeros de su grupo--, su antecesor Francisco Javier Castellano, Guadalupe Díaz y Lázaro García. El PP había criticado en febrero pasado la ausencia de concejales del equipo de gobierno en la fiesta de las Candelas. También se ausentaron de los actos institucionales los ediles Santiago Pavón (Izquierda Unida) y Felipe Vela (Foro Ciudadano).

Con habilidad y demostrando que su primera experiencia del año pasado le había servido de mucho, Carrasco enarboló el pendón mientras sonaba el himno nacional. El edil se mostró orgulloso por haber podido repetir por segundo año consecutivo y expresó su deseo en hacerlo de nuevo en los dos años que restan de legislatura. "El año pasado lo tremolé más rápido y casi me fallan las fuerzas. Este año he ido más despacio", reconoció.

TEMPLO REPLETO Pero antes del momento cumbre de San Jorge, la Concatedral de Santa María sirvió como escenario para la misa en honor del patrón. Con el templo repleto de fieles y el acompañamiento del Orfeón Cacereño, el deán José Antonio Fuentes hizo un repaso histórico a la figura de San Jorge y recordó lugares, regiones y países en los que también está presente. Heras, sentada en primera fila, calificó posteriormente el sermón como "preciosísimo" por el recorrido histórico que realizó el religioso, que disculpó la ausencia del obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, debido a una reunión de la Conferencia Episcopal. En su homilía, Fuentes aludió a la "popularidad" de San Jorge y rememoró los antecedentes de la tradición.

Tras finalizar la misa en la concatedral se celebró la procesión cívica de autoridades que cubrió el recorrido desde Santa María hasta las escalinatas del edificio consistorial. Encabezada por el edil más joven de la corporación, estuvo acompañada por la banda municipal y ciudadanos que esperaban la salida del desfile en el casco antiguo.

Al homenaje a los trabajadores jubilados dio paso un cocido popular en la plaza Mayor con un total de 1.500 raciones. A pesar del fuerte calor, el público se desplazó a mediodía para honrar al patrón de la ciudad en una jornada que tuvo su broche final con un espectáculo de luz y sonido cuando ya había anochecido intramuros. San Jorge volverá el año que viene.