San Jorge tiene que trabajar este año a destajo, luchando a diestro y siniestro contra cientos de dragones, unos negros, otros verdes, éste con varias cabezas, aquél con una cola infernal, casi todos con un fuego enorme que sale al rojo vivo de sus fauces... Y es que la segunda edición del Concurso de Dibujo Infantil San Jorge , promovido por el ayuntamiento, ha contado con la participación de 600 escolares y ninguno se ha olvidado de esbozar a la enorme fiera que atacaba a las tropas cristianas cuando intentaban reconquistar Cáceres, por supuesto hasta que llegó San Jorge y remedió el asunto con su lanza.

Los veinte finalistas recibieron ayer un diploma nada menos que en el salón de plenos del ayuntamiento, de manos del concejal de Festejos, Lázaro García, y de los patrocinadores (Juguetes Avila, Cope y Vía 2 Consultores). Los niños saltaban como un resorte al oír sus nombres y cruzaban aprisa toda la estancia --algunos no podían aguantar más y salían corriendo--, con la vista puesta en el regalo que les extendía el concejal y que escondía desde juegos de pintura hasta mecanos e incluso algún Scalextric. Los padres, visiblemente satisfechos con sus pequeños picassos , llenaban sonrientes uno de los laterales del gran salón.

"Yo he dibujado un dragón rojo de cinco cabezas que me he inventado, y al lado San Jorge", detalló Adrián, de 7 años, alumno del Paideuterión. "Pues yo he puesto a San Jorge en un caballo con patas, y todo con muchos colores, con rotulador", explicó a su lado Aitor Sánchez, de 7 años, de La Hispanidad, que se llevó un accésit por su plasticidad, colorido y realización. Paula, de 6 años, del colegio La Asunción, también se mostraba satisfecha con su dibujo, donde recoge el momento álgido de la leyenda: "San Jorge le clava la lanza al dragón, y el dragón echa entonces mucho fuego por la boca".

Todos los trabajos finalistas formarán parte de una curiosa exposición audiovisual que podrán ver miles de cacereños el domingo en la plaza Mayor, ya que se proyectarán durante el espectáculo de la reconquista en la víspera del patrón.