La barriada de San Marquino estuvo ayer de fiesta, celebraban el día de san Marcos, su patrón. Y como cada año, las dos asociaciones de vecinos que la presiden: la de Mayores de San Marquino y la de Virgen de la Montaña, organizaron una tarde llena de festejos.

Después de un año, san Marcos salió de su habitual morada, la ermita de san Marquino, tras escuchar la misa solemne que se ofreció en su honor en su misma iglesia, hacia las siete de la tarde, y que reunió a la gran mayoría de los vecinos de la barriada.

A pesar de la bajada de temperaturas y aunque hacía un poco de frío, no llovió, así que, con el patrón a hombros, salieron a la calle en procesión acompañados de la alcaldesa de la localidad, Carmen Heras, invitada personalmente por el barrio, según explicó José Rodríguez Herrera, responsable de la asociación de mayores, y de otros miembros de la corporación del ayuntamiento cacereño.

Recorrieron la manzana que rodea a la sede de la asociación de vecinos, situada en el número 20 de la calle Urano, para terminar de nuevo en la ermita, donde se despidieron de su santo hasta el año próximo.

Para finalizar la velada y acabar con un buen sabor de boca, la asociación preparó un vino de honor y una gran merienda en uno de los salones de la sede, que fue arreglada por el ayuntamiento hace ya dos años.

A pesar de ser una barriada pequeña, todos han puesto de su parte: "en este barrio todos colaboramos, hemos puesto nuestro granito de arena para ayudar en lo posible para que por la tarde estuviera todo a punto en esta tarde de fiesta para san Marquino", explicó el presidente de la asociación de mayores.

Este periódico acudió a la sede por la mañana, donde pudo comprobar la implicación de los socios mayores de la barriada. Reunidos en petit comité , al tiempo que saboreaban un vaso de vino, se pusieron manos a la obra preparando las tapas, platos y bebidas que disfrutaron hasta entrada la noche.