La parroquia de San Mateo ha heredado por sorpresa un amplio inmueble de cuatro pisos situado en el número 50 de Camino Llano, legado por María de las Mercedes Calles Martín Pedrillas, una cacereña que así lo dejó escrito en su testamento. La ubicación es inmejorable, junto a la céntrica calle Colón, y el edificio se encuentra en buen estado. Por todo ello, San Mateo lo convertirá en centro pastoral para sus 22 grupos (catequesis, enfermos, scouts...), que ya tenían problemas de espacio en la sede de Santa Clara.

La parroquia ha formado una comisión encargada de estudiar las reformas necesarias. La parte baja se destinará a capilla y salón de reuniones; dos plantas se distribuirán en 16 salas para actividades y encuentros; y el último piso se dejará por ahora sin uso, según el proyecto inicial facilitado por los sacerdotes de San Mateo, Paulino Hernández y Vicente Granado. "Estamos muy agradecidos e ilusionados", subrayaron.