Otro año se queda a las puertas de los 7.000. La San Silvestre cacereña rozó el domingo el récord de corredores, pero la lluvia que cayó horas antes en la capital redujo la cifra de participantes a los 6.850, unos 50 menos que en la edición anterior. Aún así, y a pesar de la tormenta, los cacereños resistieron a la climatología y no perdieron la oportunidad de despedir el año de una forma saludable.

El cross popular, con EL PERIÓDICO EXTREMADURA como patrocinador, transcurrió con normalidad, relata a este diario el responsable de la asociación de vecinos de Hispanoamérica, Raimundo Medina, el colectivo que convoca la prueba. El portavoz destacó el ambiente lúdico y apeló a la originalidad de los participantes en la prueba que se caracterizaron como -incómodos- dinosaurios, luchadores de sumo o para la ocasión, de elfos navideños. Juan José Márquez (9’ 24’’) y Cristina Durán (10’ 27’) se alzaron con la victoria de la prueba que partió de la Gran Vía y recorrió las principales arterias de la ciudad. Como cada año, cuando finalizó la prueba el quiosco de la música acogió el sorteo de regalos. La scooter, el bien más codiciado recayó en el dorsal 1223.

Medina quiso ayer puntualizar detalles sobre la próxima carrera para la que ya perfilan varias novedades. Entre ellas, el portavoz del colectivo vecinal destaca su intención de focalizar la recogida de dorsales en un solo emplazamiento -hasta ahora se recogían en los establecimientos deportivos y de los patrocinadores- y establecer una cuota de un euro de inscripción. También barajan la posibilidad de convocar un concurso de disfraces para premiar la originalidad de la prueba.