Al frente de los sondeos, se aupó con el apoyo del banquero Emilio Botín, vecino de la ciudad cántabra que busca convertirse en un referente internacional del arte. Su proyecto quiere aunar tradición y vanguardia, localismo con cosmopolitismo, además de aprovechar su apertura al mar y ciudad turística. Santander se postula como una de las grandes rivales con las que tendrá que competir Cáceres.