Las dos localidades en las que vivían los dos fallecidos en el accidente que tuvo lugar este miércoles, Monroy y Santiago del Campo, están consternadas. El primero de los municipios acogió ayer el funeral de Francisco Fernández, mientras que Santiago del Campo albergará hoy a las 12.00 horas el de Xavier Mateos.

La misa por Francisco Fernández (64 años), el conductor que viajaba en la pequeña furgoneta, se celebró ayer a las 16.30 horas en la iglesia de Santa Catalina, donde se dieron cita familiares y allegados. Según pudo saber este diario, Francisco era una persona agradable, amable con los demás y muy querido en el pueblo. «Le gustaba salir a pasear, a menudo por la noche. Era un hombre tranquilo», contaron a este diario personas que lo conocían. Francisco deja una viuda, cinco hijos (tres varones y dos mujeres) y nietos. Aunque ya estaba prejubilado, fue trabajador y emprendedor; montó su propia empresa de construcciones que ahora llevan sus hijos.

«Estamos muy afectados», comentó ayer el alcalde de Monroy, Telesforo Jiménez. «Es una tragedia para la familia. Te causan estupor estas noticias», añadió, al mismo tiempo que lamentó el suceso, ya que hacía tiempo que un accidente de tráfico no se cobraba una vida monroyegana.

La otra víctima, Xavier Mateos (56 años), será despedido hoy. La iglesia de Santiago Apóstol acogerá su funeral a partir de las 12.00 horas; luego su cuerpo será incinerado. Xavier era enfermero y había trabajado muchos años en el hospital San Pedro de Alcántara, donde ejerció como supervisor de Urgencias y también como director de Enfermería. Estaba separado y era padre de dos hijos: un varón, que ayer llegó a la capital cacereña desde su lugar de residencia, y una chica.

«Era muy extrovertido y solidario. Buena gente», recuerdan personas de su entorno que prácticamente siempre lo veían «con una sonrisa en la cara». Este diario contactó ayer con su familia, que manifestó no encontrarse en condiciones de realizar declaraciones. Xavier trabajaba actualmente en Miajadas y una de sus pasiones eran las motos. Era el socio número 46 del club motero Extremadura 15-50, que cuenta con más de 350 miembros en la actualidad, y desde el colectivo quisieron recordarlo a través de la publicación de varios mensajes en una conocida red social. Hoy su lugar de residencia, la pequeña localidad de Santiago del Campo de apenas 300 habitantes, le brindará el último adiós.