Comunista convencido, autocrítico, semanasantero y provocador "solo en la dialéctica". Controvertido, el principal quebradero de cabeza de Santiago Pavón es "no poder solucionar los problemas de la gente".

--Seis meses después de iniciarse el gobierno ¿está dónde quería y con los proyectos en el punto que pensaba?

--La situación del ayuntamiento es más difícil de lo que se pensó en un primer momento y hay que engrasar de nuevo la maquinaria municipal.

--¿En cual de los cuatro ejes de su programa --juventud, urbanismo, mujer y política social-- ve más avances?

--Con los presupuestos arrancan la Gerencia de Urbanismo y la Agencia de la Vivienda. En el tema social, participaré más ahora.

--¿Está su mano detrás del retraso del encendido navideño

--Curiosamente no. La concejala, lo tenía bastante claro desde el principio por la situación económica y por el problema energético en todo el mundo.

--¿El 2016 es el fin o el medio?

--Con el 2016 se pretende que la ciudad recupere el tejido cultural que perdió. Pero también iniciativas educativas, sanitarias o de comunicaciones. Hay que poner a Cáceres en el foco mundial porque la ciudad ganará y crecerá en turismo. El fin no depende de nosotros sino de quienes deciden. A nosotros nos corresponde trabajar y trabajar bien.

--Se niega a recibir a la Virgen de la Montaña, pero sí se le ve en la Semana Santa. Parece una contradicción.

--Yo hago una separación rígida entre la Iglesia y el Estado, una asignatura pendiente de la democracia española. Que los concejales estén tras cada procesión es una imagen del pasado, pero eso no significa que tengamos que encerrar a la religión. La Iglesia tiene un peso importante en la sociedad española, y la Semana Santa es además un evento turístico. Dentro del respeto al pensamiento religioso de cada cual, los poderes públicos deben fomentar la Semana Santa y yo mismo soy un semanasantero , pero no iré como concejal detrás de los pasos, lo tengo claro y lo voy a cumplir. Por otro lado, la Virgen de la Montaña es querida por muchos cacereños y el ayuntamiento tiene que facilitar todos los medios a la cofradía, y yo seré el primero en hacerlo.

--¿Cuándo decidió defender el proyecto de Izquierda Unida?

--Soy comunista desde antes de la Transición. Después surgió Izquierda Unida, un proyecto más amplio que integra mis ideales.

--¿Qué diferencia al teniente de alcalde de Alcalá de Henares en 1979 al de Cáceres 2007?

--Curiosamente el funcionamiento no ha cambiado mucho, lo que indica otra asignatura pendiente de la democracia: la autonomía de los ayuntamientos.

--¿Y entre las grandezas de la democracia está que el partido más votado no gobierne finalmente?

--Claro. IU solo ha tenido un concejal y Foro Ciudadano igual, el más votado. Pero PSOE, con IU y con acuerdos de gobierno con Foro suma más alianzas. Lo que ha pasado aquí al PP le ha pasado al PSOE en Canarias, por ejemplo.

--Le critican que fue más activo en la oposición ¿El pacto de gobierno obliga a hacer encaje de bolillos?

--Es cierto. Hicimos una oposición muy activa y eso influye en que ahora hay un camino hecho. Cuando estás en el gobierno no puedes estar manifestando tu posición ante cualquier problema porque hay otras concejalías. Me encargo de Cultura y participo en Urbanismo y Asuntos Sociales. No voy a entrometerme en los asuntos de las demás, pero el gobierno tiene que tomar decisiones en conjunto y eso no se está viendo.

--¿Hubo decepción en el ´núcleo duro´ de su partido por el pacto con PSOE que se aliaba a su vez con Foro Ciudadano?

--Son cosas distintas. No lo vamos a negar pero cada uno tiene su papel y circunstancias en el pacto.

--¿Como le sentaron las declaraciones de Vela que "liberaba a Heras del compromiso de tenerle en el gobierno"?

--Prefiero no comentarlo. Si haces un acuerdo con el vecino del tercero que implica al del segundo, algo tendrá que decir éste.

--Tras la polémica intervención en la manifestación de ultraizquierda ¿Habría actuado igual?

--Con toda seguridad, porque se produjo una carga que yo juzgo desproporcionada. No es el procedimiento habitual y lo sé. Y si hubiera sido un grupo neonazi habría intervenido igual. Yo paso por la calle, veo un forcejeo como ese y no pregunto el carnet de cada cual, intervengo. Hay que sacar experiencias de lo que ha pasado en las actuaciones, por otra parte encomiables, de la policía.

--¿Busca la provocación?

--Sí y no. En la dialéctica sí, y un político de izquierda debe ser provocador, para romper el molde. Pero la relación personal con miembros de esta y la anterior corporación es excelente.

--¿También con Francisco Javier Castellano, y a pesar de llamarle Borjamari?

--(Risas) Forma parte de la dialéctica y tenemos buena relación. Si entiendo que le molesta, busco otro eufemismo. No se trata de pinchar por pinchar, sino de dar un poco de salsa sin llegar al esperpento. Igual que en el Congreso. No siempre estoy acertado, pero lo estoy más cuando uso la ironía, aunque soy serio.

--¿Se ve en la Tercera Vía?

--No. Yo soy un comunista convencido, que quiere que esta sociedad injusta cambie. Pero quizás tenemos que cambiar el discurso.

--¿Le gusta la fiesta taurina?

--De joven era un aficionado empedernido que compraba revistas e iba a corridas. Mis hijos me hicieron ver las cosas de otro modo y ahora soy un buen aficionado replegado .

--¿Qué ha supuesto normalizar los matrimonios homosexuales?

--Poner sobre la mesa una realidad escondida y resolver problemas a mucha gente. Pero queda mucho por avanzar en el respeto y la tolerancia.

--¿Admira o envidia a Córdoba?

--De Córdoba hablan más los adversarios políticos. Es un referente nacional con sus pros y sus contras, y una forma de hacer política.

--¿Da más quebraderos de cabeza, ser dirigente político, sindical o vecinal?

--Ninguno, porque trato de separarlo de mi vida personal. Me da quebraderos no poder resolver los problemas de la gente pero el corazón me funciona bien.

--¿La paradoja de su vida es verse al frente de un símbolo capitalista? (trabajó en un banco)

--(Risas) Sí, es curioso. Y me alegro de haber ayudado a cambiar algo la forma de hacer las cosas en Caja Postal, donde estuve.