Lleva escribiendo poesía unos 35 años y ha conseguido varios premios literarios, el último ha sido el premio José Hierro de Santander en su modalidad Alegría con su último libro, Luna y ciencia nocturna . Santos Domínguez trabaja además como profesor de Lengua y Literatura en el instituto Norba Caesarina, empleo que combina bien con su afición por la poesía y con su actividad como crítico literario.

--¿Cualquiera puede aprender a escribir poesía o hay que sentirla a priori?

--La poesía no arranca del sentimiento, requiere del lenguaje, de la forma, del trabajo de la imagen y del ritmo. La mala poesía está llena de buenos sentimientos.

--Concretamente en Luna y ciencia nocturna, ¿qué se van a encontrar los lectores?

--Una reflexión sobre la creación en general, no solo sobre la creación poética. El título es de un escritor turco y se refiere a esa experiencia oscura y misteriosa que es la creación.

--¿Está dirigido a un público en concreto?

--A un público muy minoritario, como va dirigida toda la poesía. Cuando estás escribiendo poesía no estás pensando en el público, porque este género no se rige por esos criterios comerciales. La lectura de la poesía exige al lector un esfuerzo añadido.

--¿Cuándo escribe poesía, en qué se inspira?

--Yo no utilizaría el término inspiración, no te puedes sentar y decir "me voy a inspirar en esto". Eso es una cursilada que no tiene nada que ver con lo que es la poesía en realidad.

--¿Entonces, de dónde le llegan las ideas?

--A veces de algo que he leído, de una sensación. La poesía es una experiencia sobre todo del lenguaje, una forma de conocimiento no exactamente consciente sino que se acerca bastante a lo irracional, o que por lo menos está en la frontera de lo racional y lo irracional, de lo que se ve y de lo que no se ve.

--¿En qué otros concursos ha participado?

--Por destacar alguno, el de Miguel Labordeta de Zaragoza o el Gerardo Diego y el Eladio Caballero, ambos en Tomelloso

--¿Qué otros libros ha escrito que quiera señalar?

--Este creo que va a ser el décimo. El anterior a éste, Nueve de Lunas o Provincias del Frío .

--¿Compagina bien el trabajo de profesor con el de escritor?

--Sí, y el de crítico también porque en realidad está uno todo el día sin salir del ámbito de la literatura. Por lo menos no son actividades contradictorias, si tuviera que estar haciendo número en una oficina pues...

--¿Ser profesor le quita tiempo para escribir?

--Sí, naturalmente, no se le puede dedicar el día entero a la poesía, pero en fin. Tengo épocas de más actividad creativa como es el verano. Con un cierto grado de organización se pueden realizar ambas actividades.

--El presidente del jurado ha dicho de usted que es un poeta "concienzudo y riguroso"

--No lo voy a contradecir ¿no? (risas). Cualquiera de los libros que he escrito son el resultado de un 1% de inspiración como decía Flaubert y un 99% de trabajo y de corrección.