Diversos sectores sociales cacereños solicitaron ayer a los empresarios José Polo y Toño Pérez, propietarios de Atrio, que reconsideren su decisión y ejecuten el hotel de 5 estrellas en San Mateo adaptando el proyecto al entorno de la ciudad monumental. El apoyo se produce después de que, en declaraciones a EL PERIODICO, los restauradores descartaran hacer su Relais & Chateaux tras haber sido desestimado por el ayuntamiento porque no cumplía el plan especial de protección de la parte antigua.

El primero en reaccionar fue el alcalde, José María Saponi, quien invitó a los empresarios a reconsiderar su proyecto "integrándolo" en la ciudad monumental. Saponi confesó su perplejidad y preocupación por la decisión de Atrio. Insistió en su "prestigio" y consideró que los promotores "deberían darse un tiempo de reflexión" para desarrollar esta iniciativa que, a su juicio, "supone un empuje importante cultural y turístico".

Saponi convino en que se puede "lograr una integración adecuada en el entorno de la monumentalidad de la plaza de San Mateo y los edificios del siglo XVI que la circundan". Recordó que Cáceres fue declarada ciudad patrimonio por la "pureza y estado de conservación" de un entorno donde, según él, no tiene cabida el diseño pretendido.

La portavoz socialista, Carmen Heras, dijo que "vendría muy bien" un Relais & Chateaux y aclaró que no se dijo no al proyecto empresarial sino "a la forma de desarrollarlo, a su envoltorio". Heras añadió que quizás Polo y Pérez deberían "reconsiderar su idea". Por su parte, Santiago Pavón, de IU, aseguró que en la ciudad monumental "experimentos, los menos" aunque lamentó que no se ejecute el proyecto. El concejal no adscrito, Felipe Vela, recordó que "todo lo que sea abrir negocios en la parte antigua es bienvenido". Subrayó que no le parecía una buena noticia: "Hubiera sido más lógico intentar buscar un acuerdo o combinación para abrirlo".

Desde el sector empresarial, Pilar Acosta, presidenta de la Federación de Empresarios de la Construcción (Fecons), calificó la decisión de Atrio de "gran disgusto" en tanto que supone "la pérdida de una oportunidad para la ciudad que desde el punto de vista turístico no podemos dejar pasar". Pidió a sus dueños que reconsideren su postura y la adapten al plan especial.

César Martín Clemente, presidente de la Asociación Cacereña de Hostelería y Turismo (Aecahtur), dijo que el hotel es bueno turísticamente, pero remarcó que se trata de decisiones personales que no quiso valorar. Pedro Rosado, secretario general de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (Aeca), sintió "enormemente" que se descarte la idea, pero aclaró que hay una ley que cumplir y que el hotel debe adaptarse a ella.

Luis García, presidente de la asociación vecinal Ciudad Monumental, señaló que "es una pena" que no se haga, aunque consideró que rompía y no encajaba en el plan especial.

ICOMOS Antonio Campesino, vicepresidente de Icomos España, Instituto para la Conservación de Monumentos y Sitios Históricos (organismo asesor de Unesco en materia de patrimonio) animó a que se presentara otro proyecto empresarial. Dijo que hacer un hotel en San Mateo es positivo, que "la inversión es estupenda y el convenio con Sofiex, una maravilla", pero indicó que ello no es óbice para incumplir la ley. Campesino, miembro de la Plataforma del Foro Ciudadano de Cáceres, colectivo que recogió miles de firmas contra esta iniciativa, recordó que el proyecto "no cabe ahí. Se ha dicho por activa y por pasiva. Entiendo que los empresarios estén desilusionados y desinteresados ¿pero es que en los 1.700 kilómetros de término municipal no hay otro lugar para colocar ese hotel?", se preguntó. "El problema es que tiene que ser ahí, imponiendo el proyecto las condiciones, incumpliendo la legalidad y, si no, se rompe la baraja".

Aseguró que la idea tiene un problema estructural muy profundo y que la cuestión no se soluciona "con unos retoques, porque un proyecto de esa enjundia no admite chapucillas. Es un sitio muy goloso porque tiene 20 siglos de historia y un marchamo de calidad, pero si queremos ser respetuosos con el patrimonio, el lugar es el que impone las condiciones, no el proyecto".

Dijo que "sólo se habla de la plataforma y de la foto del cubo y no se dice que sabían que era ilegal desde la fase de anteproyecto y que un colegio de arquitectos lo visó negativamente". Campesino relató que "a partir de ese momento hemos tenido que utilizar la información que teníamos porque estábamos convencidos de que si no se hubiera dado participación a los ciudadanos ahora habría un solar en San Mateo y máquinas trabajando. Y ya no habría que discutir nada porque muerto el perro se acabó la rabia ".

Insistió en que "la función del hotel es compatible con el espacio, pero no el proyecto". Y aclaró: "Defendemos la legalidad vigente y el respeto al patrimonio. El proyecto no es una maravilla de la naturaleza y no cabe allí. Si tienes que cumplir volúmenes, edificabilidad, tipología, alineaciones, es decir todo lo que no cumple, no salen 15 habitaciones ni la piscina olímpica ni toda la frivolidad que se se le quiere colocar". Campesino comentó que "estamos en un momento absolutamente caótico donde vale todo en el Urbanismo", pero insistió en que "no todo vale para sacrificar y forzar la ley, ni siquiera una inversión de 10 millones de euros".