José María Saponi asegura que se encuentra con fuerzas para ser candidato a la alcaldía. Es una buena noticia desde el punto de vista personal y dudosa desde el punto de vista político. Es bueno porque significa que el alcalde se encuentra bien de salud y se supone que cuenta con la opinión favorable de los médicos. Como todavía queda tiempo, deseamos que si no se presenta no se deba a problemas de salud.

Desde el punto de vista de su partido se recibirá el anuncio con reservas. Quienes se sentían candidatos, aunque nunca confirmados por la dirección, habrán encontrado un obstáculo insuperable y continuarán en la frustración. Si el anuncio se hubiera producido el pasado año, hubiera supuesto un problema para el Partido Popular pues sus dirigentes tenían en la mente el candidato y estaban diseñados los pasos que habían de seguirse. Solamente había un problema y gordo: Convencer a Saponi de que no debía continuar y buscarle un puesto que le dejara satisfecho para que no enredara con otra pretendida elección. Porque si Saponi quiere seguir no habrá fuerza que lo pare.

Hoy, puesto que el candidato que consideraban idóneo hizo lo posible para quitarse de en medio, puede ser una solución porque la dirección popular no parece tener un candidato decidido y los nombres que han sonado no son muy de su agrado por diversas causas, unas más confesables que otras. Aunque en política nunca se puede decir algo definitivo y no será extraño que de aquí a las elecciones surjan nuevos nombres, el propio José María Saponi piense otra cosa o aparezca un mirlo blanco.

En cualquier caso, algunos pensarán que las puertas están abiertas y se postularán a sí mismos con mayor o menor audacia. Sin embargo es la hora de hacer amistades, enviar mensajes cifrados y no aparecer en ninguna lista para no quemarse.