Periodista

José María Saponi ha iniciado el año recuperando una forma de hacer política que inició en su primera legislatura, pero que en los últimos tiempos había dejado en manos de sus más allegados colaboradores en el equipo de gobierno. Sin embargo, el viernes vimos a Saponi en la barriada de Angelita Capdevielle, donde anunció, con acierto, su intención de "trasladar el despacho de la alcaldía a la calle".

El alcalde retomó con ello una costumbre a la que tanto recurrió a mediados de la década de los 90, cuando iniciaba su andadura al frente del ayuntamiento cacereño. A estas alturas, y después de tres legislaturas con mayoría absoluta, parece indiscutible la capacidad de Saponi para conectar con los cacereños, que han sabido captar su mensaje y que, con sus votos en las urnas, han respaldado su manera de hacer política.

Saponi se maneja como pocos cuando baja al ruedo. Por eso, no era bueno que el alcalde realizara tanta labor de despacho, que aunque necesaria y positiva para el funcionamiento de la ciudad, siempre será más exitosa si se acompaña con gestos que le acerquen a la ciudadanía.

El alcalde seguirá con su ronda de visitas a los barrios, algo que, sin duda, le rejuvenecerá políticamente y le mantendrá en la ilusión de seguir adelante tras el 14-M.