El prestigioso intérprete de músicas antiguas y director Jordi Savall sostiene, en una entrevista concedida a la agencia Europa Press, que Cáceres "merece realmente" ser capital cultural europea en 2016 "por su historia", y por los esfuerzos que dedica a "recuperar su memoria histórica". El auditorio del complejo cultural San Francisco acogerá el próximo martes el estreno mundial del concierto Cristóbal Colón, los paraísos perdidos, una selección de textos y músicas antiguas con las que el músico catalán rinden homenaje al gran navegante genovés y que cerrará unas jornadas sobre la capitalidad cultural europea.

En la entrevista a Europa Press, Savall señala que para él "será un placer" si finalmente recae en Cáceres la condición de capital cultural del continente, al tiempo que subraya sentirse "muy honrado por colaborar en el proyecto" que ha emprendido la ciudad. En este punto, Savall recuerda que lleva "más de 30 años intentando defender la importancia de la cultura, que es nuestro mejor tesoro para dialogar con todos los seres humanos, sobre todo la música".

SIMBOLISMO "Para mí --añadió el músico en la entrevista-- tiene un gran simbolismo poder hacer este estreno, que es la recuperación de un fragmento de nuestra memoria histórica, en una ciudad que intenta recuperar esta memoria también". El músico catalán está plenamente convencido de que "un pueblo que no tiene memoria, no tiene futuro".

La sucesión de textos y músicas del concierto pretende recoger los acontecimientos culturales e históricos más determinantes que se sucedieron en la España de la segunda mitad del siglo XV, que es la que conoció Colón a lo largo de su vida.

La alusión a los paraísos perdidos se refiere, según explicó Savall, a que fue en ese periodo de la historia en el que tuvo lugar la extinción de la llamada España de las tres culturas (judía, cristiana y musulmana), lo que para el músico constituyó un "error trágico", así como la desaparición, a causa de la conquista, de numerosas formas culturales de los indígenas del Nuevo Mundo en las que no existía el "afán de poder" o la "codicia".

Por tanto, para Savall se trata de una "época maravillosa" de la historia de España, "que también tiene su contrapunto", sobre el cual estima necesario reflexionar a día de hoy, en parte para "subsanar" las "injusticias" que se pudieron cometer entonces y también para aumentar la "sensibilidad" de los españoles para con los inmigrantes.

Para Jordi Savall, la mejor manera para recrear momentos de la historia pasada es a través de la música porque no basta con la lectura de los textos, sino que es mediante el sonido de los instrumentos de la época con el que se consigue "transmitir toda la emoción viva", añadió el músico, de lo que pasó como si estuviera pasando ahora.