El pantano del Guadiloba volvió a abrir una de sus compuertas ayer tras el aumento registrado por las últimas lluvias. El desembalse comenzó a las 11 horas y se prolongó durante siete horas, según informó el concejal de Infraestructuras, Miguel López. El pasado viernes se vertieron dos hectómetros cúbicos.

El objetivo, añadió, se centró en reducir la capacidad hasta el 90%, ya que el pasado fin de semana la presa había crecido hasta el 95%, con casi 19,5 hectómetros cúbicos. López indicó que con el desembalse se pudo bajar hasta los 18,5, nivel recomendable por seguridad. A las nueve de la mañana se activó el protocolo de actuación. La policía dio aviso a los hortelanos del Marco para que abandonaran sus propiedades y se cercioraron de que no había ni personas ni animales.