La Audiencia ha declarado probado que Juan Francisco Parejo aparcó su coche en la calle Mimbreras de Miajadas, donde residía Juan Pedro Fernández, y cuando éste ya había subido a la ambulancia que conducía se acercó a él escondiendo una pistola corta del calibre 7,65.

El ahora condenado se dirigió a la ventanilla del conductor y, "sin posibilidad de que su víctima se defendiera", efectuó contra él cinco disparos que impactaron en la boca, el tórax, la parte superior de la pierna izquierda, la inferior de la derecha y el costado izquierdo, disparo éste que fue hecho "a contacto" y lesionó partes vitales del cuerpo. Después, Parejo dio la vuelta por delante del coche y por la ventanilla del copiloto le disparó en la cabeza "produciéndole la muerte inmediata".

Tras perpetrar el crimen, y aún con el arma en la mano, subió en su furgoneta y se marchó del lugar, sin que haya desvelado dónde estuvo desde las dos de la tarde del 5 de abril --hora del crimen-- y las cuatro de la madrugada del día 6, en que se personó en el cuartel de la Guardia Civil de Trujillo.