El consejero de Sanidad de Extremadura, José María Vergeles, ha asegurado hoy que las "comprobaciones iniciales" del caso de la joven de 30 años Nagore Orcera, que falleció en el hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres el pasado agosto tras una cesárea, concluían "que se habían cumplido con todos los protocolos".

Como el Servicio Extremeño de Salud (SES) se enfrenta ahora a una querella criminal por la muerte de la joven, la Administración regional se tendrá que inhibir del procedimiento de investigación interno que había iniciado, ya que deben ponerse a disposición de la justicia, ha aclarado Vergeles.

"Habíamos empezado a dar los pasos para una investigación más en profundidad sobre los hechos que habían sucedido, pero ahora tenemos que frenarla con la intervención de la justicia", ha manifestado el consejero, que ha insistido en que respetan la decisión de la familia.

Vergeles ha señalado que "desgraciadamente, y lamentándolo mucho, a veces estas situaciones ocurren, ya que la medicina no es una ciencia absolutamente exacta".

"Colaboraremos con la justicia para que se esclarezcan los hechos", ha agregado, ya que el SES sostiene que, a tenor de los datos recabados, se actuó correctamente.