Pilar Motino y el resto de sus vecinos estaban tan contentos cuando el pasado miércoles unos operarios acudieron a su barrio para poner remedio a una de sus grandes reinvindicaciones, que se arreglaran los socavones que tanto daño estaban causando a las cubiertas de sus neumáticos. Todo iba bien hasta ayer por la mañana cuando Pilar se dispuso a llevar a su hijo al instituto. Cogió el coche y vio el resultado de los trabajos. No daba crédito y la indignación fue creciendo en ella y en el resto de los residentes de las calles Hoyos y Queipo de Llano en Aldea Moret.

Ayer Pilar estaba enfadada. «La chapuza es tremenda», repetía una y otra vez. «Nos han puesto parches de hormigón como montañas, te montas en el coche y cuando pasas por aquí vas como en una montaña rusa. La chusca ha sido impresionante. Es una vergüenza que estemos pagando impuestos y que se hagan las cosas como se hacen», relataba la vecina.

No da crédito. «Le das a un niño de 5 años un cubo y una pala de plástico con las que juegan en el parque y te lo dejan mejor que esto. Vengonzoso», repetía Pilar una y otra vez. Destapaba así todas las vergüenzas posibles al asegurar: «Si por aquí paseara la gente vip, esto estaría impoluto, pero como estamos aquí, en Aldea Moret, apartados, nos tratan así, no importa que paguemos nuestros impuestos, les da lo mismo. No hay derecho a esto». Pilar Motino asegura que los vecinos llevan «muchísimo tiempo reclamando estas obras, pero después de lo que han hecho nos lo han dejado mucho peor de lo que estaba».

Los afectados lamentan lo sucedido y explican que la situación se agrava los días que llueve. «En la cuesta del Cerro de los Pinos es terrible por los socavones existentes. Hoy, a la vuelta del instituto de llevar a mi hijo, comentaba con un vecino que esto que han hecho es como si nos quisieran tapar la boca, porque las calles están para levantarlas enteras y hacerlas nuevas».