No he tenido intencionalidad de hacer daño a José Manuel, si lo hubiese hecho no estaría ahora aquí porque me hubiese deshecho del cadáver». Con esta frase comenzó su último turno de palabra Pedro Pavón, el feriante de Coria que ayer fue declarado culpable de matar a su empleado, José Manuel García Ayala, la mañana del 20 de enero del año pasado.

Alegó en su defensa en ese mismo turno de palabra que le concedió la presidenta de la sala de la Audiencia, María Félix Tena, que tras lo ocurrido se entregó a la Guardia Civil: «He dicho la verdad de lo que ha pasado, pero parece que la mentira prevalece sobre la verdad», añadió antes de ser esposado para regresar de nuevo al centro penitenciario cacereño, donde lleva interno desde el momento de los hechos.

El jurado popular, compuesto por seis hombres y tres mujeres, estuvieron ayer más de dos horas deliberando (el juicio se había celebrado el lunes) y decidieron por unanimidad que Pedro Pavón es culpable de matar a su empleado. Han considerado probado que entre ambos se inició primero una discusión verbal por temas laborales (el fallecido fue a decirle a su caravana que quería dejar de trabajar con él). A lo que siguió después un «leve forcejeo» en el que Pedro cogió «un cuchillo y se lo clava en el costado izquierdo» a José Manuel, traspasándole el pulmón y llegándole al corazón. Las lesiones le produjeron la muerte.

SUS HERMANAS / Después se quitó el pijama, se limpió y fue a visitar a sus hermanas a Talavera de la Reina para contarles lo sucedido. Son ellas, según ha probado el jurado, las que llamaron primero a la Guardia Civil alertando de que era posible que en la caravana de su hermano hubiera un cadáver. Los agentes de Coria acudieron al lugar para comprobar los hechos y después de ello Pedro Pavón se personó en el cuartel cauriense para entregarse.

Lo que no ha probado el tribunal es que el cuchillo se clavara accidentalmente en el tórax de José Manuel al caer ambos durante la pelea que mantuvieron, como defendió en el juicio el acusado. Tampoco han creído que le apuñalara en defensa propia. Todos los acuerdos a los que llegó el jurado popular fueron por unanimidad.

Será la Audiencia Provincial la encargada ahora de imponer la pena a Pedro Pavón y la que decida si es culpable de homicidio o de asesinato. La Fiscalía sostiene que los hechos son constitutivos del primer delito y pide una condena de doce años y medio de prisión más una indemnización por daños morales a la hermana del fallecido, y única heredera, de 47.232 euros.

La acusación particular, ejercida por el letrado Ángel Luis Aparicio en representación de la hermana del fallecido, cree que lo ocurrido fue un asesinato porque le clavó el cuchillo «con alevosía» y «sin posibilidad de defensa». Solicita 18 años de prisión y una indemnización de 200.000 euros. En el caso de que la Audiencia decida que se trata de homicidio pide que se le condene a 15 años. La defensa del acusado, que ejerce Antonio Fernández, pide una condena de seis años de cárcel aludiendo los atenuantes de legítima defensa y confesión.