¿Qué tiene Cáceres de especial como reclamo turístico? Su ciudad monumental, el tercer conjunto mejor conservado de Europa, y el restaurante Atrio, considerado uno de los diez mejores de España por los expertos. Ambas cosas son un lujo indiscutible que quisieran para sí muchas ciudades españolas. Ahora ese lujo va todavía a más: Atrio se traslada a la ciudad monumental y promueve en plena plaza de San Mateo el primer hotel de cinco estrellas, integrado en la red internacional de máxima calidad Relais & Chateaux.

El cocinero Toño Pérez y José Polo, propietarios de Atrio, sopesaron hace pocos años si irse de Cáceres para crecer y desarrollar otros proyectos fuera de Extremadura, que siempre parece más fácil y rentable, o quedarse y apostar por la tierra. Optaron por lo último y el nuevo hotel es su fruto.

La iniciativa sólo recibe parabienes y aplausos. El profesor de Historia José Manuel Martín Cisneros, experto conocedor de la ciudad, asegura sin dudas que es "la mejor noticia posible" porque "Cáceres necesita un hotel de máxima categoría". Razones: "Hay un nivel alto de personalidades que demandan ese servicio, un turismo cada vez más selecto y la ciudad monumental necesita más vida", asegura.

También es una "gran idea" para la asociación vecinal de la ciudad monumental por lo que supondrá para su revitalización. Eso sí, advierten de que no se puede "ganar por un lado y perder por otro", dice su presidente Luis García Marín, por lo que recuerdan que no puede significar un aumento de coches y se ofrecen en ayudar a buscar soluciones.

Será "revitalizador" para el turismo y la ciudad monumental, concluye, el concejal de este área, Manuel Rodríguez Cancho. "Atrio es el buque insignia de Extremadura en todo el mundo y es fabuloso que vaya a la parte antigua".

Si la receta de Atrio triunfó, marcando un antes y después en la gastronomía cacereña y con recompensas como las dos estrellas Michelín, es probable que vuelva a hacerlo en el ámbito hotelero. El proyecto tiene los ingredientes para ello:

Abrió en 1986 en el número 30 de la avenida de España. Decir Atrio es lo mismo que decir Toño Pérez, su jefe de cocina, y José Polo, su jefe de sala, copropietarios. En 1994 ganó la primera estrella Michelín, el distintivo de calidad más apreciado en restauración. Este año recibió la segunda. Sólo seis restaurantes españoles tienen esa calificación y por encima, con tres estrellas, sólo están los cuatro grandes: El Bulli, Arzak, Berasategui y Can Fabes. Jose Mari Arzak se refiere a Toño Pérez como "su amigo" y le envía recuerdos con cada comensal extremeño que se acerca a su catedral de San Sebastián.

Ha recibido elogios de Iñaki Gabilondo, Oliver Stone o Manuel Vázquez Montalbán, pero también todo tipo de premios. El último: de la revista americana Wine Spectator que premia las mejores bodegas del mundo.

El lugar elegido para el nuevo hotel y restaurante es la plaza de San Mateo. Atrio adquirió en febrero por 750.000 euros un palacio de unos 520 metros cuadrados. Su entrada está en la calle Ancha y su parte trasera llega hasta la calle Olmos, adonde asoma su jardín.

A él se sumará el edificio de 400 metros cuadrados que acogió durante años los Servicios Territoriales de la consejería de Economía de la Junta, cuya fachada ocupa todo un lateral de la calle Condes. Un acuerdo empresarial con la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura permitirá su cesión.

Ambos edificios tienen sólo una protección ambiental por el Plan Especial de la Ciudad Monumental, la mínima, y los dos han sufrido grandes alteraciones por reformas sucesivas.

Los madrileños Luis Mansilla (1959) y Emilio Tuñón (1958-foto) crearán el nuevo hotel a partir de las paredes existentes. Su estudio en común está considerado entre los mejores de España y, por muchos españoles, como el estudio de los museos .

Las ciudades que envidian el Guggenheim y lo quieren para sí piensan en ellos. Los museos de Zamora y Castellón o los centros de cultura contemporáneos de Brescia, Castilla y León, tienen su firma. También la tendrán el de los Sanfermines, en Pamplona, el de Cantabria o el de las Colecciones Reales en Madrid.

Asimismo trabajaron, antes de independizarse , con Rafael Moneo en el Museo de Arte Romano de Mérida, la Fundación Miró de Palma o el Thyssen de Madrid.

El hotel estará integrado en la red internacional Relaix & Chateaux, que garantiza la máxima calidad en hoteles selectos. A ella pertenecen 450 hoteles y restaurantes de todo el mundo, unos 20 en España. La marca del hotel es Relais & Chateaux, fundada hace medio siglo en Francia, y del restaurante Relaix Gourmands. El restaurante cacereño ya ha sido incluido este año en la red, a la que también pertenecen los mejores restaurantes de España, entre otros, Arzak, Akelare, Berasategui o Carme Ruscalleda.

La red de hoteles sólo acoge establecimientos con encanto, lujosos y con un sello particular, de trato personalizado y alejado del concepto de hotel de masa. En ella figura también, por ejemplo, Les Ambassadeurs de París o el restaurante y hotel Can Fabes de Santi Santamaría, en España.

El hotel será el primero de cinco estrellas de la ciudad y el segundo de Extremadura (en Mérida, el Meliá). En él se prevén invertir unos 6 millones de euros sólo en obra y mobiliario, en cuya financiación participará la Junta a través de Sofiex. Tendrá un concepto más "contemporáneo" que el restaurante Atrio, de línea clásica, aunque dentro de un "ambiente acogedor", adelanta José Polo. Los arquitectos y los dueños de Atrio se encargarán de la decoración.

Su capacidad será de 15 habitaciones, incluida alguna suite, cuyo precio medio rondará los 275 euros. Trabajarán en él entre 35 a 40 personas. El objetivo es atraer turistas de alto nivel adquisitivo, sobre todo de EEUU y Francia, que suelen alojarse en los Relais & Chateaux.

Una vez se produzca el traslado de Atrio a la ciudad monumental, el local que alberga actualmente en la conocida como plaza de los Maestros se mantendrá como restaurante. Al menos esa es la idea inicial de los propietarios. Eso sí, no seguirá el mismo concepto Atrio propiamente dicho, sino una cocina más tradicional con su sello de calidad e incluso el mismo mobiliario, que no se llevará al nuevo.

El futuro hotel-restaurante Atrio Relais & Chateaux, que sumará siete estrellas --cinco del hotel y dos Michelín del restaurante-- será el undécimo establecimiento de hostelería intramuros de la ciudad monumental, el segundo hotel y el séptimo restaurante.