La reina Letizia será la primera monarca que recibirá el centro en el que surgió la Formación Profesional en Cáceres hace casi un siglo. Poco o nada queda de esos primeros pasos de la FP en la ciudad. La modesta escuela impulsada por el ayuntamiento es ahora un centro reconocido a nivel nacional por la innovación. Por eso en el instituto se entiende la visita de la reina como "un acto de justicia", en palabras de su directora, Cándida Burguillos.

Los orígenes del Javier García Téllez se remontan al año 1921, cuando al Ayuntamiento de Cáceres creó con 15.000 pesetas la Escuela de Artes y Oficios, el germen de la Formación Profesional en la ciudad. En el año 1934 este centro derivó en la Escuela de Trabajo y de Capataces Agrícolas. Arsenio Gallego Hernández fue el primer director de este centro orientado a jóvenes a partir de 15 años. Inicialmente ocupó una parte de lo que se conocía como el 'cuartel viejo' de la plaza de Obispo Galarza y asumió a la plantilla de profesores de la extinguida Escuela de Artes y Oficios.

La Escuela de Trabajo comenzó a funcionar en el año 1934 con 247 alumnos de los que 199 cursaban Instrucción General, 44 los diversos oficios y cuatro el curso de capataces agrícolas, según se recoge en una investigación realizada pro el profesor Pedro Pérez Claros sobre la historia del centro. Entonces había clases de lunes a sábado, solo en horario de tarde, entre las 18.00 y las 21.00 horas.

Crecimiento exponencial

Ocho décadas después, el número de alumnos se ha multiplicado por cuatro (el curso pasado había 1.300 alumnos matriculados) y se trabaja en el centro en turnos de mañana y tarde con un equipo de 105 profesores. También se ha multiplicado de forma exponencial la oferta del centro, con cuatro ramas familiares (sanidad, automoción, electricidad y electrónica y energía y agua) y 17 títulos de FP en los que se ha introducido en los últimos años la formación 'dual', una vuelta de tuerca a la formación teórico práctica que incluye un periodo de prácticas en empresas en especialidades como las energías renovables e imagen de diagnóstico.

Antes de su actual ubicación en la avenida de Cervantes, el centro también estuvo en el edificio del Instituto Nacional de Enseñanza, en la plaza de San Jorge y en la actual sede de la escuela de idiomas, en Gómez Becerra. Precisamente el nombre actual del centro se debe a la contribución que Javier García Téllez, al frente del patronato que gestionaba el centro, realizó ante el ayuntamiento y la diputación para conseguir estas nuevas instalaciones en el año 1957, ya con el nombre de Escuela de Maestría Industrial. De allí se trasladó en 1985 el grueso de las titulaciones en la ciudad al edificio actual (las demás se aglutinaron en el Agora) listo hoy para su día histórico.