Ni el Bamboleo de Gipsy Kings, ni el Carrie o el The Final Countdown de Europe pudieron sonar anoche en el ferial. Dos de los grupos más esperados que componían el cartel del sábado en el macrofestival cacereño también se ahogaron entre la lluvia y con ellos miles de fans. Tampoco pudieron disfrutar a Dr. Sapo --con esa voz de Miguel de Lucas tan clásica en Extremúsika--, ni a Amparanoia --mestiza jienense que había elegido Cáceres para la despedida de su grupo-- ni a Muchachito Bombo Infierno, que tan buenos recuerdos deja cada vez que sube a un escenario.

El hípico no tuvo cabida para el flamenco del genial Raimundo Amador, ni para el último disco de M-Clan --que son unos cracks--, ni para el espectacular heavy metal de Iron Maidens --los incondicionales tendrán que irse a Mérida en el mes de julio si quieren verlos en Extremadura--, ni para el rock argentino de Ariel Rot. Una lástima.

FIESTA PRIVADA Solo unos pocos pudieron disfrutar de la rumba del grupo gitano francés Gipsy Kings, que participó en una fiesta privada en el V Centenario, hotel donde se alojaban, y a la que acudieron algunos fans.

Fue en 1982 cuando los Gipsy Kings entraron por primera vez en un estudio para grabar su primer disco, Allegria , pero tuvieron que esperar hasta 1987 para que una sola canción, Bamboleo , les convirtiera en uno de los grupos más populares internacionalmente. Desde entonces, Gipsy Kings ha vendido más de diez millones de copias en todo el mundo y ha creado un estilo de pop orientado al flamenco que muchos han intentado imitar.

Más de lo mismo ocurre con Europe, una de las bandas suecas más importantes de todos los tiempos junto a Abba. Sus temas se convirtieron en himnos referentes de toda la generación de los 80. Los nostálgicos nos quedamos con las ganas. Otra vez será.