Aunque el campus cacereño fue una apuesta a ciegas, su evolución demuestra en la actualidad una serie de carencias destacables. En primer lugar, por la situación de las infraestructuras de acceso que lo han dejado aislado y prácticamente incomunicado con la ciudad. La necesidad de una ronda sur que comunicara el campus con Aldea Moret se hace fundamental a pesar de la próxima apertura de la ronda norte.

Junto a ello, la gran oportunidad perdida de invertir en un proyecto que evitara los desniveles existentes entre los edificios y una correcta planificación urbanística de la zona, lo que hubiera supuesto un tratamiento correcto del espacio.

Sin embargo, día a día es fácil observar que cada edificio ha buscado su ubicación donde ha podido, el firme es penoso y, en algunas zonas, hasta peligroso. La señalización de los pasos de peatones está en una situación lamentable y facultades como Filosofía y Letras no tienen aparcamientos adecuados.

Todo ello, unido a los retrasos del transporte público, han provocado que el campus haya crecido de forma desordenada y sin un proyecto global.

*Profesor de Historia del Arte.