El sindicato de prisiones Acaip-Uso, mayoritario en el sector y en la cárcel cacereña, ha denunciado la agresión de un preso a un funcionario. Los hechos, según el sindicato, tuvieron lugar la tarde del 1 de agosto cuando el interno, al tener conocimiento de que se le había abierto un expediente disciplinario, profirió insultos y amenazas a los funcionarios de servicio antes de empujar y llegar a lesionar a uno de ellos. Debido al estado de agresividad del recluso, los empleados tuvieron que emplear la fuerza mínima para reducirlo. El trabajador agredido, que fue atendido por los servicios médicos de la prisión, sufrió un esguince en una muñeca y estará de baja, al menos, las próximas dos semanas, informó Acaip-Uso.

No obstante, desde Instituciones Penitenciarias negaron ayer que lo ocurrido se tratase de una agresión. Fuentes del Ministerio del Interior señalaron a este diario que la lesión del trabajador se produjo de manera fortuita, en el momento en que varios funcionarios trataban de reducir al preso que se encontraba en un considerable grado de excitación.

En ese sentido, Acaip-Uso quiere denunciar la escalada de lesiones que viene sufriendo el personal penitenciario, colectivo que padece más del 65% de los casos de agresiones en los distintos organismos de la Administración General del Estado, por lo que reclama que se le otorgue la condición de agentes de la autoridad. Así, los funcionarios contarían con mayores garantías jurídicas, ya que en caso de agresión la pena sería mayor para el agresor.

En la cárcel, según Acaip-Uso, existen ahora 478 presos (cuando tiene capacidad para 301) y solo 155 funcionarios de interior (la RPT contempla 208), con lo que se produce un déficit de personal del 25%. Además, en septiembre se prevé que nuevos reos sean trasladados a Cáceres.