El obispo de Coria Cáceres, Francisco Cerro ha convocado a los 200.000 bautizados de la diócesis para que se sientan corresponsables con él en marcar el trabajo pastoral para los próximos años. Es la clave del Sínodo que acaba de convocar con el fin de dar respuesta "a los nuevos problemas" y cuyo desarrollo durante los próximos años dio a conocer ayer, "porque necesitamos una iglesia viva, que sea misionera y que se lo crea", señaló el obispo Francisco Cerro.

"No estamos agobiados porque podemos dar respuestas, pero necesitamos un laicado bien preparado, no porque falten curas, sino porque el laicado tiene su sentido", afirmó Cerro. Aun así, reconoció que la edad media de los sacerdotes de la diócesis es de 65 años y que en las zonas rurales algunos atienden hasta 4 parroquias.

TRES FASES El sínodo se desarrollará durante al menos los próximos dos años y medio y constará de tres fases de las que ahora se está desarrollando la primera, el análisis de la situación de la diócesis a través de un cuestionario con 70 preguntas que se puede recoger en las parroquias o a través de la página web que se ha creado, www. sinodocoriacaceres.es y en el que se abordan diferentes cuestiones de la fe. Se han impreso alrededor de 7.000 ejemplares y en los próximos días se harán más, porque la fecha límite para que las parroquias las recojan es el 30 de noviembre.

Las respuestas se analizarán después y se elaborará un documento con cuatro o cinco grandes temas que serán objeto de reflexión en las comisiones de trabajo que se constituirán y para los que ya se pueden inscribir. "Esos grupos trabajarán durante dos años y medio aproximadamente, y harán propuestas operativas que se recogerán en el documento que se analizará en la asamblea sinodal", explica el vicario de Pastoral y secretario del sínodo, Jesús Moreno.

En ese encuentro final participarán algo más de un centenar de personas entre representantes de los grupos de trabajo, de los sacerdotes, religiosos y diáconos. Allí se votarán todas las propuestas y el texto final, que se remitirá al obispo Franciso Cerro, quien ratificará la decisión y pondrá en marcha el desarrollo de las actividades durante los próximos años.