Un grupo mejicano se ha hecho con el 40% de las acciones de Waechtersbach y ha permitido una ampliación de capital de 1.140.000 euros (190 millones de pesetas), que se destinarán a cubrir las indemnizaciones de los 44 empleados despedidos en otoño y a sufragar las primeras inversiones para aumentar la producción. Este era el as que tenía guardado en la manga el nuevo empresario, Alejandro Rodríguez Carmona, quien se queda con el 59% del accionariado tras la primera junta celebrada ayer, una vez superada la quiebra. Por su parte, la Corporación Empresarial de Extremadura mantendrá el 1% restante.

Carmona no quiso facilitar el nombre del propietario del grupo inversor mejicano, nacido en España. "Está realizando algunos desembolsos en el país porque pretende instalarse aquí, y de momento prefiere no desvelar su identidad, pero ve grandes posibilidades en el sector de la cerámica y en la fábrica cacereña", dijo. Se trata de un viejo conocido del empresario, padre de un compañero de master en Estados Unidos.

MAS PERSONAL

Rodríguez Carmona reiteró ayer su intención de invertir 3 millones de euros en los próximos 4 años (500 millones de pesetas), para adquirir nueva maquinaria y modificar el proceso productivo. En este sentido, anunció la incorporación de más personal que refuerce las áreas comercial, técnica y de diseño (tiene 95 trabajadores), porque considera que el sector de la cerámica se encuentra estancado en España, "con muchas deficiencias", a la espera de que se explote su "potencial".

El empresario recordó que Waechtersbach tiene por delante un plan de negocio que contempla un aumento del 50% de las ventas en 4 años. De hecho, Carmona busca nuevos mercados en el Mediterráneo (además de sus clientes en Alemania, EEUU y España), y de momento ha logrado entrar en Italia. Estas perspectivas obligarán a aumentar paralelamente la producción de la planta cacereña hasta 4,5 millones de piezas anuales "como mínimo", según Carmona, muy por encima de los 3 millones actuales. De ahí las inversiones en maquinaria y en la adaptación del proceso fabril.