Salsipuedes. Así se llama un pueblo de la sierra norte de Argentina, pequeño y pobre, en el que la crisis económica desatada en el país hace dos años no podía dejar otra cosa que hambre. Este recóndito rincón del atlas no tenía nada que ver con Cáceres, hasta que cuatro jóvenes (Cristina López, Carmen Zambrano, Inmaculada Mendoza y Esther Corbacho) han empezado a hablar de él.

Cristina López conoció en un viaje con ONG europeas a dos mujeres que dirigen la fundación Pro-Eco San Miguel y el proyecto Amaranto, con el que intentan que los niños de éste y otros municipios cercanos, 80 de momento, disfruten al menos de una comida al día en comedores de colegios. Pero son 800 los niños que pasan hambre allí.

La fundación tiene una plantación de amaranto, un cereal de origen inca de alto poder nutritivo en el que se basa la alimentación de estos pequeños. Pero necesitan ampliar la instalación y dinero para hacerlo.

De boca en boca ha circulado que esta cacereña y sus amigas querían hacer algo, ayudar, dar de comer a esos niños. Y ese deseo se contagió rápido. Amigos (como el diseñador y pintor Alfonso Silva), bares y restaurantes (El Corral de las Cigüeñas, La Habana, La Traviata, Mesura) y casas comerciales han hecho posible el Primer Encuentro Solidario Proyecto Al menos una comida al día , comedores infantiles en Argentina, que será hoy en El Corral de las Cigüeñas, a las 20.00, para recaudar fondos.

Para ello, se instalará un pequeño mercadillo con marca páginas y postales navideñas diseñados por Alfonso Silva, artículos elaborados por las jóvenes y de comercio justo cedidos por una tienda de Badajoz. Lo que se recaude, incluido el 10% de la caja de El Corral, se destinará alimentar a estos niños de Salsipuedes.