En Moret se respira optimismo. "Nos habíamos convertido en la trasera de Pintores y ahora nos sentimos orgullosos de volver a tener una calle con nombre propio". Así lo explica Marcela Manzano, directora del Hotel Alfonso IX, una de las promotoras de la campaña que ha logrado insuflar nueva vida a la calle. Fue una referencia para toda la provincia durante el siglo pasado, llena de tiendas de las mejores marcas textiles, zapaterías, firmas señeras... Pero las nuevas tendencias comerciales hacia la periferia y la crisis acabaron por dejarla en mínimos. En 2013 había una decena de locales con las persianas bajadas en sus escasos 200 metros. Ahora, cada mañana, la actividad vuelve a esta vía donde solo quedan tres establecimientos por alquilar.

Hace dos años, tres negocios --Taberna Lizarrán, Restaurante El Corregidor y Hotel Alfonso IX-- decidieron que había que hacer algo. Organizaron algunos actos lúdicos aderezados con música y gastronomía, que poco a poco fueron atrayendo a ciudadanos y despertando el ambiente de la calle. Los comercios se sumaron y las actividades comenzaron a sucederse. Nuevos emprendedores alquilaron los locales y los escaparates volvieron a encender sus focos. Los empresarios están tan unidos que incluso se asesoran unos a otros y apoyan a los que llegan.

También se han interesado por la situación de los espacios vacíos y han trasladado la situación al ayuntamiento. Algunos daban mala imagen a Moret, los carteles y graffitis ganaban terreno... Los profesionales ahora comentan con satisfacción que solo quedan tres por alquilar, uno de ellos ya reformado y listo.

No piensan parar. La dinamización es cuestión de no aflojar la marcha y pretenden realizar eventos cada mes, animando aún más a las tiendas a dar sus propias ideas enfocadas a la promoción del comercio. "En total llevo 21 años trabajando en esta calle y afortunadamente hemos conseguido darle un giro. Ahora nos gusta a todos tener nuestros negocios en Moret", subraya la responsable del Hotel Alfonso IX.

Se cumplen dos años y medio de la primera fiesta, organizada durante la Feria de Mayo de 2013. Tras la buena experiencia, le siguió una paella con 250 raciones amenizada con los acordes del grupo Guitar Not so Slim, al aire libre. Ese verano llegó el mercado de frutas, verduras y hortalizas de la tierra, demostraciones de cocina y talleres infantiles. Las actividades no han tenido tregua, desde homenajes a personajes destacados (Segismundo Moret, el fotógrafo Juan Guerrero...), hasta conciertos al aire libre y exposiciones que convierten los escaparates en paredes de una sala de arte abierta.

El primer 'Guiness' de los bocadillos se organizó en septiembre de 2013 con un pan de 180 metros (toda la calle), relleno de 60 kilos de patatera, a favor del Banco de Alimentos. Este colosal gesto solidario ya es cita habitual en el calendario de Moret, y el pasado día 19 volvió a repetirse a favor de la Asociación Síndrome de Down. Pero además, la calle sorprendió con una alegre decoración a base de colores rojos y botes de Pimentón de la Vera en apoyo a la Capitalidad Gastronómica, que este mes promociona el 'oro rojo' denominación de origen. No faltaron los cuentacuentos, demostraciones de cocina y degustaciones gratuitas de tapas, que mantuvieron Moret realmente animada hasta medianoche