Pensábamos que había explotado un camión». Así recuerda una estudiante que vive en el primer edificio de la avenida Cervantes el aparatoso accidente que sorprendió el martes a última hora de la noche a los vecinos de la zona. Relata que sonó un «estruendo» y se asomaron a la ventana. El siniestro ocurrió pasadas las 22.00 horas y se vieron implicados dos vehículos, un BMW y un Seat Ibiza rojo. Más allá de lo aparatoso que pudo resultar por el estado en el que quedaron los coches, no hubo que lamentar víctimas mortales. Los tres ocupantes de los coches resultaron heridos leves tras el impacto, fueron atendidos en el lugar de los hechos por los sanitarios del 112 y trasladados al hospital San Pedro de Alcántara, dos de ellos recibieron el alta horas después y uno de ellos, un hombre de 37 años, seguía hospitalizado ayer en observación con una contusión pulmonar y fractura vertebral.

Testigos oculares del suceso sostienen que el BMW se incorporó a la glorieta de la avenida Cervantes desde Antonio Hurtado y embistió al Seat Ibiza, que en ese momento se encontraba atravesando la rotonda. Tras el choque, ambos coches salieron despedidos hacia dos carriles distintos alrededor de veinte metros. Como consecuencia, impactaron contra otros dos vehículos que se encontraban estacionados. Los ocupantes del BMW abandonaron el coche por su propio pie y el único conductor del Seat requirió ayuda de los servicios sanitarios. Un momento de alarma vivieron los vecinos y los testigos del suceso cuando el Seat siniestrado empezó a desprender humo antes de evacuar al ocupante. El servicio de atestados redacta el informe para aclarar lo ocurrido. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas de la Policía Local, una ambulancia y una dotación de bomberos. Los servicios de limpieza prolongaron sus tareas hasta la una de la mañana, aunque ayer la mediana conservaba aún cristales y pequeños restos de los vehículos siniestrados.