Fue durante años espectadora, pero ahora Silvia González es la directora del Gran Teatro. Silvia fue también diputada de Cultura y también fue actriz. Vamos, que esto del teatro lo lleva en la sangre. Seguramente por eso Asunción Mieres, de la compañía extremeña Emulsión Teatro, dijo ayer que estamos ante un "festival hecho con amor y con cariño, y eso se nota". Es verdad. Silvia, --ella y todo ese equipo de grandes profesionales siempre entre bambalinas-- han conseguido que el Clásico de Cáceres vuelva a sus orígenes, con obras de calidad, con presencia de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (no se pierdan Cervantina, este sábado 22.30 en San Jorge) y dando cabida a su dimensión formativa con el curso de verano de la Uex en el que académicos, profesores y especialistas del Siglo de Oro bajo la batuta del prestigioso profesor Miguel Angel Lama se adentrarán en la figura de Cervantes.

Son precisamente Cervantes y Shakespeare los grandes referentes de un certamen presupuestado en 200.000 euros que este año pone en pie 12 montajes, 4 de ellos estrenos, y actividades paralelas en una edición que se extenderá hasta el 26 de junio. Ayer tarde el Gran Teatro acogió la inauguración oficial del festival. Fue una inauguración sencilla, pero muy cuidada, que comenzó con la interpretación a cargo de Ana Peromingo y Antonio Luis Suárez al piano de la siempre magistral pieza Lascia ch'io pianga , (Déjame llorar mi cruda suerte), de Rinaldo , una de las óperas más célebres de Haendel, aria que muestra el dolor de un castrado que puede traducirse a la aflicción que cualquier humano experimenta cuando anhela algo que no puede tener.

Patrones y patrocinadores se han puesto de acuerdo este año en beneficio de la cultura. La alcaldesa, Elena Nevado, se refirió a ello al recordar que la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero había accedido al cierre de su cafetería para que San Jorge pudiera recuperarse nuevamente como escenario del Clásico (lo contrario hubiera sido un auténtico despropósito). De modo que, al fin, San Jorge y las Veletas se convertirán en plazas públicas de verdad en las que se ofrecerá cultura en mayúsculas. Un argumento del que tiró el diputado de Cultura, Alvaro Sánchez Cotrina, que durante su intervención citó incluso a Poncela y aquello que decía: "Escribir teatro es el trabajo más difícil que más fácil parece". Y tenía razón este dramaturgo que tantos cánones rompió con el teatro tradicional, que no siempre fue bien entendido y que sumó sucesivos problemas con la censura franquista, lo que con el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura.

Es importante que el teatro llegue a la gente porque la cultura, en definitiva, repara en ocasiones el cuerpo tanto como un médico. Lo apuntó el presidente de la Junta. Fernández Vara, que acudió al acto, recalcó el daño que la necedad hace en la sociedad y defendió que si la sanidad tiene un IVA reducido, también debe tenerlo la cultura.

EL BRUJO Pero la apuesta de este año no solo quedó visible por la presencia institucional. A ella se sumaron actores y directores que se unieron a esta fiesta teatral de la bombonera cacereña. Rafael Alvarez El Brujo es un genio. Extremadura ya lo sabía, pero ayer volvió a demostrarlo con su presencia en Cáceres. El interpretará Misterios del Quijote el 19 de junio en Las Veletas (22.30 horas) aunque los más rezagados no tendrán suerte porque las entradas llevan días agotadas. Asegura El Brujo que él siempre quiso ser como Lina Morgan y las miles de luces de neón con las que la artista llenaba teatros. Por encima de la retranca está esa verdad de que no hay nada mejor para un actor que el amor del público, aunque la crítica lo deteste o ni siquiera vaya a sus estrenos. Y luego está todo eso de lo que habló Rafael: la necesidad de cambiar los modos de comunicarnos, la era en la que nuestros pulgares se accionan y envían mensajes, "porque los valores no están desmoronándose, solo necesitan otro lenguaje".

Y para terminar Miguel del Arco, que ha dirigido Hamlet con maestría (25 de junio, Gran Teatro, 21.00 horas, no se la pueden perder). Del Arco es maravilloso. "Los griegos inventaron el teatro y la democracia. Inventaron el teatro para enseñar la democracia". Es fascinante. Y añadió Miguel: "Gracias por este nuevo brío". Eso es. Ahora sí, Silvia y todos los demás: ¡Mucha mierda!