Una de las consecuencias que tendrá la entrada en servicio de la nueva concesión del agua es la actualización de la tarifa. La cantidad que se baraja para incrementarla es de unos 60 céntimos por cada mil litros facturados.

El importe definitivo depende aún de factores que lo pueden aminorar. Primero del importe de las obras a sufragar con cargo al contrato de la concesión. Su financiación la adelanta la compañía que gane el concurso y gestione el servicio y su coste se repercute en la tasa a lo largo de la concesión (en principio 24 años). Segundo de la oferta elegida, de lo que la empresa cobre al ayuntamiento por cada metro cúbico que trate, un precio que se repercute en la tarifa. Tercero de cómo se traslade el incremento a la tarifa, que tiene bonificación para domicilios y además un coeficiente disuasorio que grava consumos elevados. Además hay otras variables aún por cerrar que incidirán en la tasa. La nueva concesión tendría que estar el 1 de agosto.

Ahora por cada mil litros se pagan 1,16 euros sin bonificación (agua y alcantarillado, ya que el concurso es de tratamiento --agua-- y depuración --alcantarillado--). La tarifa no varía desde 2005.

En cuanto a las obras ya se prevé un recorte de los 23 millones previstos, solo parte se sufragaría con cargo al contrato y la tasa, la otra parte la podría incluir la empresa como mejora y sin repercutir.