José María Saponi ha aprobado en sus nueve años de gobierno dos modificaciones significativas en la presión impositiva sobre el contribuyente. Ha sido una subida por legislatura. En la tercera y actual, de momento, no ha habido variaciones, aunque el edil de Economía ha planteado la necesidad de ir a una subida progresiva de los impuestos municipales.

La primera modificación afectó a las tasas, lo que se paga por servicios, y se produjo al obligar el Constitucional a los consistorios a unificar precio público y tasa. Se modificaron seis de las diez ordenanzas fiscales. En esa primera legislatura los impuestos apenas se tocaron.

Fue en el primer año del segundo mandato de Saponi cuando se incrementaron los tipos impositivos de los principales impuestos locales: IBI, Vehículos e IAE. Este último volvió a subir hace un año, pero desde el 2003 queda como un tributo residual que sólo afecta a las empresas con un importe neto de negocio superior al millón de euros.

Según el ránking tributario del 2003 del Ayuntamiento de Madrid, con datos de todas las capitales de provincia, Cáceres está entre las ciudades en las que menos se paga por el IBI y Vehículos. En Construcciones y Plusvalía se está en la media. El IBI es el impuesto que más ingresos genera, incluso más que los otros impuestos juntos.

La tasa más importante, la del agua, que incluye alcantarillado y basura, sufre variaciones cada año o año y medio en función de la evolución de los costes del servicio.