"Las clases de baile también son una actividad de participación ciudadana, porque en ellas se encuentran los vecinos del barrio". Es la respuesta que ofrece uno de los dirigentes vecinales cuando este diario le plantea si presentará algún proyecto para la nueva modalidad de subvención, proyectos de dinamización, que se suma a los conceptos tradicionales de ´mantenimiento de la sede vecinal´ y ´actividades festivas y recreativas´. Estas últimas, por el contrario, son las que más interés suscitan entre las directivas vecinales porque "son en las que más participa la gente", aseguran.

A punto de concluir el plazo para presentar las solicitudes y concurrir a esta convocatoria de subvenciones --el 22 de junio expira el plazo de 10 días que se establece en las bases--, las respuestas de los representantes vecinales dan al traste con el anhelo de la concejala de Participación Ciudadana, Carmen Lillo, de encontrar una batería de proyectos con los que las asociaciones de vecinos busquen "concienciar a la población, implicarla en los procesos participativos o potenciar la sensibilidad", como pretendía en esta convocatoria. A su juicio, todas esas propuestas "significarían que las asociaciones de vecinos han captado la idea que persigue este gobierno de hacer partícipes a los ciudadanos de los procesos", explicaba Lillo. No en vano, para este tipo de proyectos se ha reservado este año 20.622 euros de los 75.622 destinados a financiar a las asociaciones vecinales.

Sus razones

El nuevo modelo parece no suscitar el interés deseado y los colectivos vecinales se decantan por invertir estas ayudas en las actividades tradicionales --las fiestas estivales o las de Navidad--, el mantenimiento de la sede vecinal, y las excursiones. Todos tienen sus razones para no cambiar. "Somos tan pocas personas que no merece la pena desarrollar determinados tipos de actividades", reconocía el presidente de los vecinos de La Estación, Ricardo Sánchez. Un argumento similar ofrecía el reivindicativo Miguel Salazar, presidente del colectivo de vecinos de la Madrila, quien explicaba que su solicitud de ayudas irá encaminada a "cubrir los gastos de la sede, las actividades de Navidad y la excursión que planeamos a Madeira". Por su parte el dirigente vecinal de San Francisco, Juan Burgos, reconocía que en su caso tampoco habrá cambios este año. "Las fiestas, sobre todo las actividades para niños, serán el principal destino de la ayuda porque ellos son el futuro del barrio", señalaba poco antes de presentar ante el Registro su solicitud. San Francisco es además el único colectivo que paga un alquiler por su sede porque no hay local municipal. "Necesitamos la ayuda para hacer frente a ese gasto", apuntó. Ninguno de ellos tenía cuna idea clara de qué es la participación ciudadana.

Excepciones

Dos excepciones a la norma entre los colectivos con los que ha hablado este diario. Un caso es el de Nuevo Cáceres, que el pasado lunes presentó formalmente ante el registro del ayuntamiento su decisión de no concurrir a esta convocatoria de subvenciones entendiendo que "ese dinero puede ser mejor empleado donde se estime oportuno", según recogía el texto. El presidente del colectivo, José María Tovar, explicó después que en la situación actual es más importante que el dinero se destine a otras cuestiones. "No pretendemos colgarnos ninguna medalla, solo ser coherentes", justificaba Tovar, que tampoco presentará por tanto un proyecto para fomentar la participación de sus vecinos.

"Un proyecto de participación ciudadana es simplemente un proyecto en el que los vecinos no están de público sino que se implican en una actividad", concretaba Lillo, que añadía a modo de ejemplo que un proyecto de participación ciudadana podría consistir en "una actividad en la que se pida a los vecinos que retraten con una cámara de fotos cómo ven el barrio".

En esa línea van a trabajar en La Cañada, uno de los barrios jóvenes de la ciudad. "Las fiestas vecinales de este año estarán dedicadas a la integración de personas con discapacidad, por lo que presentaremos ese proyecto a la nueva modalidad de ayudas", señalaba David Barcenilla, presidente del colectivo. Además continuarán los talleres de reciclaje de aceite y de fabricación de objetos con envases, y como el resto de colectivos no falta"alguna excursión aún por definir".