Una sucesión de problemas mantienen inutilizado desde hace tres meses el circuito municipal de automodelismo de Los Castellanos, el único en Extremadura, y obligan a cancelar el concurso que iba a congregar en Cáceres a pilotos de toda España. A una obra inacabada que retiró parte de la estructura de la pista, se unen restos de tierra y ramas amontonados desde la granizada del 16 de septiembre. "Aunque quitamos la porquería, no se podría usar", afirmó el presidente del Club de Automodelismo de Cáceres, Cayetano Martínez.

Y esa es la medida de protesta, limpiar la pista, que algunos integrantes del club -- hay medio centenar en Cáceres, entre ellos campeones y subcampeones de España de distintas modalidades,-- pretenden hacer hoy para reclamar la mejora de la pista.

El presidente del colectivo aseguró que no la han podido utilizar en tres meses, desde que se inició la obra en julio para insonorizar el circuito y acabar con las molestias que denunciaban los vecinos. Cuando acabó esa intervención, comenzó otra para mejorar la pista "porque estaba obsoleta", reconoció.

El club había pedido que cambiaran los pianos (los bordillos de color rojo y blanco situados en el interior de las curvas), en mal estado. "En lugar de hacer eso, quitaron los bordillos del exterior y los que separan los carriles, con el peligro que eso supone en coches que circulan a 100 kilómetros por hora", añadió.

El club entiende que "fue un error", pero lamentan que no se repare, pese a las conversaciones con el ayuntamiento. Este problema y la suciedad la convierten en impracticable. El club tiene que barrer la pista todos los fines de semana, "cualquier piedra hacer volar el coche", señaló.

La situación del circuito obliga además a suspender un concurso convocado para los días 23 y 24 de octubre, que congregaría a aficionados de toda España. "Hoy por hoy-- por ayer-- está cancelado", aseveró Martínez.

LA SENTENCIA La pista también fue actualidad ayer al conocerse el fallo de una sentencia del juzgado de lo Contencioso-Administrativo, que desestima un recurso que presentaron un grupo de vecinos de Los Castellanos, que reclamaban su cierre y demolición por ocupar suelos calificados como espacio verde, además denunciaban que los ruidos generados por actividades en la pista lesionaban sus derechos a la integridad física y moral y a la intimidad domiciliaria.

El recurso era contra la inactividad del ayuntamiento frente a la instalación de la pista. Cada demandante pedía una indemnización de 3.000 euros por daños.

El juzgado entiende que no se aportan pruebas que pongan de manifiesto que haya contaminación acústica que ocasione en las casas unos niveles de ruidos no permitidos en la ordenanza local, además considera que no se han aportado pruebas que acrediten trastornos en la salud por los ruidos. No obstante, en la sentencia se recuerda la obligación del consistorio de comprobar que el nivel del ruido está en los márgenes permitidos.