La civilización de los incas denominaba tambo --tanpu en la lengua quechua-- a los albergues o los centros de provisiones que se instalaban en los caminos cada 20 kilómetros para dar cobijo a altos mandatarios en sus viajes. En el moderno Perú, se conoce como tambo a la tienda de pequeñas dimensiones que se instala en zonas apartadas de los grandes poblados. Tambo es además el super de toda la vida para Cáceres y los cacereños.

Manuel García, Manuel Ollero y Angel Pérez, nacidos los tres en Cáceres, emprendieron su aventura empresarial hace tres décadas con la apertura del establecimiento en la calle Alfonso IX, buque insignia de la casa en la ciudad. A él le siguieron hasta nueve establecimientos más; uno de ellos en Miajadas y los demás en distintos puntos del callejero cacereño: la calle Salamanca, en el puente de San Francisco, en la avenida de la Bondad, en la avenida de Alemania y los dos que en unas semanas serán Dia, en las calles Gil Cordero y Rodríguez de Ledesma, además del establecimiento de venta al por mayor Híper-Cash abierto en la N-630 hace tres años.

El primer híper

Pero antes que esto, y antes que nadie en la ciudad, los empresarios arriesgaron y dieron el salto a las grandes superficies y ofrecieron a Cáceres el primer gran centro comercial en el año 1993. Cinco años después el hermano mayor de Dia, Carrefour --entonces Pryca-- se hacía con este híper.

Por esos años participaron del crecimiento de la ciudad abriendo en la Mejostilla. Sin embargo, peces del tamaño de Mercadona, Lidl, y el anuncio de un gran Aldi acabaron por dominar este océano comercial y comerse al más pequeño, Tambo, hace doce meses. Con los dos de ahora, en poco más de un año tres centros han salido de las manos de los empresarios de Ibercáceres --empresa propietaria de Tambo-- y con eso se pierde un modelo de negocio: "La relación con nuestros clientes es más directa, más familiar", señala Manuel Ollero.