Si hubo algo típico en Cáceres fueron los pinchos de la plaza Mayor, Margallo y General Ezponda, con sus tradicionales mesones, sus terrazas, su vino de pitarra y esa cerveza servida amablemente en El Pato o El Extremeño. Pero el culto al tapeo degradó hasta convertirse en la ruta del botellón . Ahora, el bacalao y la capitalidad sirven de excusa para recuperar esa estampa de toda la vida , que trata de devolver a la plaza y su entorno la tradición gastronómica del pasado.

La ruta de la tapa se inauguró ayer en el restaurante El Pato. En la iniciativa, organizada por el ayuntamiento y la Asociación de Empresarios Pintores-Monumental, participan 18 establecimientos de la zona centro. La idea, como recordó el concejal de Turismo, Manuel Rodríguez Cancho, forma parte de un proyecto para potenciar la candidatura de Cáceres como ciudad europea de la cultura en el 2016. Incluye, además de esta ruta, la celebración de conciertos y una exposición en el palacio de las Cigüeñas.

Aunque el producto estrella de la ruta es el bacalao, los bares ofrecen tapas muy diversas a precios asequibles --entre 1 y 2 euros-- y se entrega al cliente una tarjeta para que vote por la tapa que más le ha gustado. Al establecimiento que resulte ganador se le dará un premio.

En la inauguración estuvieron presentes, además del concejal, la portavoz socialista Carmen Heras, el subdelegado Fernando Solís, el presidente del TSJEx, Julio Márquez de Prado y la presidenta de la asociación, Pilar Jiménez.