El Museo de Cáceres cumple en 2017 cien años con muchas velas para soplar. Una por su papel en la gestión de los fondos que conforman la historia y el alma de esta provincia, otra por su conservación, una más por su divulgación... De hecho, se trata del recinto más visitado de la ciudad: 144.000 usuarios el pasado año, cifra que ya se ha superado en 2017, que esperar cerrar con unos 155.000.

Por todas estas razones se hace urgente una reforma que saque al recinto de su anacronismo. ¿Es posible que una persona en silla de ruedas no pueda cruzar ni el umbral de un museo en pleno siglo XXI? Sí, ocurre en Cáceres. El proyecto eliminará todas las barreras. Además, la cubierta se arreglará para solucionar las humedades, que afectan también a la fachada de la plaza de las Veletas. Paralelamente hay que instalar un sistema adecuado de climatización, puesto que las piezas necesitan condiciones estables que ahora no se dan (existen grandes altibajos de invierno a verano), y los ‘splits’ actuales tampoco son convenientes.

El proyecto incluye un nuevo núcleo de comunicaciones en el jardín para pasar directamente de las Veletas a la Casa de los Caballos y recuperar este espacio. También se habilitará un sistema correcto de evacuación, se cambiarán suelos y se llevará a cabo una profunda limpieza del aljibe (siglos XI-XII), la joya del museo, que podrá ser visto desde las ventanas por quienes tengan alguna discapacidad.

Además se cambiará la organización de los contenidos para dar más garra al discurso expositivo, y se incorporarán recursos tecnológicos y audiovisuales (pantallas, audioguías...), siempre de forma equilibrada y sostenible, sin restar protagonismo a los propios fondos.