Música para los oídos, y también para la integración. Este es el objetivo con el que la Escuela Oficial de Música en Cáceres inicia su andadura incorporando la musicoterapia a sus actividades el curso que acaba de comenzar. Por el momento pretenden utilizarla como una técnica de apoyo destinada a favorecer el aprendizaje de aquellos alumnos tienen una necesidades especiales, "pero queremos que sea también una herramienta que contribuya a su integración social y la normalización de los demás niños del aula", explica Sergio Chávez, Musicoterapeuta del Centro Extremeño de Investigación Musicoterapéutica (CEIM) que ha suscrito un convenio con la escuela.

El supervisará junto a otro experto, Félix Barrena, el trabajo de las dos profesoras que habrá en el centro, dos alumnas de primer master que se imparte en la región sobre esta disciplina. Su labor consistirá en observar cómo actúa el niño con la música y trabajar con ellos y con los profesores tanto de forma individual como en el aula. "Es una labor muy hermosa, y con un doble objetivo de sensibilización del que se benefician los niños discapacitados, los demás niños del aula, los profesores y padres", señala Chávez.

La Escuela Oficial de Música, sucede a la Escuela Municipal de Música en la ciudad. Con la imagen y los objetivos renovados, "ahora somos centro oficial", señala su director Jorge Lorenzo Suárez, pretenden también ofrecer una educación moderna en música y abierta a la sociedad, "y eso supone también ser capaces de atender las necesidades de todos los alumnos", señala el docente.

Este curso solo recibirán musicoterapia dos alumnos de los 65 que actualmente tiene el centro, pero la intención es que en los próximos años vaya ganando peso en el organigrama. "El año que viene pueden se ocho alumnos y el siguiente 30", explica Suárez, que cree lo importante es que se le ofrezca a la sociedad la posibilidad de tener "una educación musical global", porque como él mismo señala, la música forma parte de la sociedad porque interfiere cuestiones tan cotidianas como nuestro estado anímico. "Por eso hay que acercarla a todos", explica.