Uno de cada tres ingresos que se producen en el Centro Penitenciario de Cáceres están relacionados con las drogas. Esta es la principal conclusión que se desprende del perfil de la población reclusa en la prisión cacereña, tras la primera visita realizada ayer a las instalaciones de la carretera de Trujillo por la Delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira.

De un total de 388 internos, 130 siguen un programa de metadona lo que demuestra, según la responsable gubernativa, que "una parte importante de la población penitenciaria está relacionada con el tráfico o el consumo de drogas". Este es también, a juicio de Pereira, el origen de los delitos que se producen en la región, "algo que se ve reflejado en los centros penitenciarios".

RECORRIDO INTERNO En la visita, que duró aproximadamente dos horas, la delegada pudo conocer, acompañada por el subdelegado del Gobierno en Cáceres, Fernando Solís, y el director del centro, Hipólito Hernández, los distintos módulos en los que viven y trabajan los internos, además de la enfermería, la biblioteca y otras dependencias administrativas. Pereira dijo que en las instalaciones "no hay grandes carencias en infraestructuras" ya que necesidades como la calefacción o el aire acondicionado se atendieron en el 2003.

El centro lleva funcionando como prisión provincial cuatro años, en el que los internos realizan talleres ocupacionales de materias como informática, pintura, electricidad, electrónica, albañilería y peluquería, así como formación reglada.