Consuelo Sánchez, Chelo para sus clientes, lleva 50 años en la profesión y 43 en su tienda de Moret. No se retira, dice que le da pena y que no quiere ampliar la tienda: "es acogedora", cuenta.

La idea de montar este negocio tan conocido en el centro de la ciudad surgió porque "me gusta leer", reconoce. Afirma seguir igual que siempre, "con lo mismo del principio". Vende revistas, libros de texto, códigos civiles, libros actuales... Y también trabaja por encargo: "lo que quieran encargar, aquí está", asegura. Chelo añade que tiene libros que no se encuentran en las grandes superficies, como son "los clásicos", matiza.

Una anécdota que recuerda con cariño fue el día que entró un señor con "muy mal aspecto", pero cuando comenzó a pedirle libros la dejó "asombrada por su forma de expresarse". "Las apariencias engañan", no duda en reconocer.

Chelo también afirma que tiene clientes habituales y gente que no vive en la ciudad, pero que se acercan cuando vienen, para ver si sigue allí. "Recuerdan su niñez", apunta, "sobre todo los del San Antonio". Y ella, claro está, agradece el gesto.