No quería estudiar y un anuncio sobre una oposición que vio en EL PERIODICO EXTREMADURA, recuerda Pilar Gil, la llevó hace 63 años a trabajar en el hospital y, salvo tres años que después de casarse estuvo en el Hospital La Paz de Madrid, este centro cacereño ha sido su lugar de trabajo.

Entró como auxiliar administrativo en Admisión y en este servicio ha estado siempre. "En mi trabajo los cambios han sido muchísimos, pues antes era todo manual, tenías que hacer todos los papeles a mano, había que utilizar para todo el bolígrafo y el teléfono, y aunque el trabajo diario era menor, era más lento". Y es que, como recuerda Pilar, mientras que en aquellos primeros años llegaban al hospital al día solo los pacientes que tenían que ingresar, y poco más, "hoy pasan diariamente por Urgencias casi 200 personas, y si hubiera que hacerlo todo a mano sería imposible. Todo, lógicamente, ha evolucionado para mejor".

Se muestra muy emocionada con la celebración del cincuentenario, "porque los recuerdos, al ser la más antigua de todos los compañeros, son muchos más y más fuertes".