Las más de 30 especies diferentes de árboles con las que cuenta el paseo de Cánovas dispondrán de una placa de identificación en la que se incluirán sus características fundamentales, descripción, origen y curiosidades de las mismas. La novedad del proyecto consiste en que estas placas serán elaboradas en lenguaje convencional y también en braille, para facilitar su interpretación a los invidentes, según avanzó a este diario el concejal de Mantenimiento y Obras del Ayuntamiento de Cáceres, José Joaquín Rumbo de la Montaña.

De momento, la sección de Parques y Jardines de la concejalía de Rumbo ya está realizando un inventario de los principales árboles y plantas de este paseo (el más tradicional de la capital cacereña), y la intención del ayuntamiento de la ciudad es encargar el proyecto a una empresa. De hecho, varias casas comerciales ya han enviado sus propuestas al consistorio, que ahora las está estudiando.

Rumbo explicó que antes de realizar la actuación, que podría estar lista entre este año y el que viene, debe conocerse con detalle el número de árboles, plantas y flores que existen en el paseo para luego realizar una selección y llevar la idea a la práctica. En este sentido, el concejal recordó que hace unos meses la universidad popular elaboró un fichero en el que se desgranaban en profundidad los grandes grupos vegetales de Cánovas.

VARIEDAD En este enclave, situado en pleno corazón de Cáceres, hay líquenes, musgos, helechos, antiguas gimnospermas y angiospermas, árboles, arbustos, trepadoras... En Cánovas se pueden admirar desde los acantos de la Europa meridional, los algarrobos de Arabia y Siria, el castaño de indias del sur de Albania y del norte y centro de Grecia, hasta bambús de China, Indonesia y Japón, pasando por las jacarandas del norte de Argentina, Bolivia, Perú y Brasil o los cedros del Himalaya y Afganistán.

Pero éste no es el único proyecto que el Ayuntamiento de Cáceres tiene para Cánovas (primer gran ensanche de la ciudad). Recientemente, la concejalía de Mantenimiento acaba de concluir un registro informático en el que se controla de manera exhaustiva el estado de los 162 bancos de hierro fundido que existen en el paseo.

Rumbo explicó que el ayuntamiento ha efectuado recientemente un examen de todos ellos, porque "unos se estropean por el vandalismo, otros porque se aflojan las tuercas o simplemente por el paso del tiempo", explicó el concejal. En ese registro informático cada banco tiene una ficha. "Pretendemos realizar un seguimiento del comportamiento del banco durante toda su vida", subraya Rumbo.

A través de esta iniciativa, el ayuntamiento tiene controlados los defectos y roturas de todos los bancos. Desde que Joaquín Rumbo llegó al ayuntamiento, se han colocado 120 nuevos asientos en el paseo. Muchos de ellos en el área de Calvo Sotelo donde, según recuerda el edil, había un número considerable-

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