Sacerdote

La realidad de tantos seres humanos que dejan sus hogares y familiares, a distancias muy lejanas, es verdaderamente dramática. Viven problemas de convivencia, situaciones lamentables, se pone en duda la condición misma de las personas, muertes en el mar, trabajo de explotación vergonzosa, mafias comerciales, abandono y desamparo. Ante este grito humano no podemos mirar para otro lado. Debemos acogerlos como personas, no como simple mano de obra útil. Facilitar la presencia de familiares, ayudar a buscar alojamiento decente y facilitar su incorporación a la vida social. Hacer de su nuevo hogar un espacio familiar donde el calor humano no les falte. Esta es la misión de los voluntarios de Cáritas de San Mateo y del taller de integración.