Dani Morales estaba a punto de marcharse al tentadero de los Lozano cuando atendió ayer la llamada de EL PERIODICO. "Me encuentro muy bien y tengo la ilusión por las nubes", dijo. Nacido en el año 1986 en Higuera de Vargas (Badajoz), se trasladó desde niño a la capital cacereña y comenzó a formarse en la escuela taurina local. Tiene unas formas reposadas, muy técnicas, "un toreo de valor que te puede poner la plaza boca abajo en cualquier momento", explica el matador cacereño Emilio Rey, que desde hace meses se encarga de encauzar su trayectoria.

Debutó como novillero en junio del 2002, y con picadores el pasado 23 de mayo, durante los festejos de San Fernando. Los entendidos aseguran que tiene mucho futuro, avalado por su ya larga lista de trofeos: los bolsines de Ciudad Rodrigo y Coria, el Zapato de Plata de Arnedo, la mejor estocada en Arnedo, triunfador de Galapagar, mejor novillero de la Feria de Cáceres 2004...

"Tengo contratados algunos festejos para el 2005, pero la temporada fuerte de las novilladas picadas no llega hasta septiembre y está por cerrar", afirma. Mientras tanto, se entrena muy duro todas las mañanas y se pasa las tardes mejorando sus técnicas en el coso cacereño, junto con otros compañeros.