En abril de 2007 Jairo Miguel, hijo del torero Antonio Sánchez Cáceres, saltó a la fama internacional después de que, siendo novillero, un morlaco de 400 kilos a punto estuviera de quitarle la vida en una corrida en la plaza mexicana de Aguascalientes. El pasado 3 de mayo, en esa misma plaza Jairo tomó la alternativa y pasó de niño torero más famoso del mundo a matador de toros.