Parece que por fin se acabó el litigio sobre la Torre de los Púlpitos, aunque quedan muchas en manos privadas. ¿Para qué quieres una torre a estas alturas del siglo? Los almohades la querían para defenderse de los cristianos. ¿Acaso te sientes tan acosado por Rouco Varela como para tener vigilantes y dotarles de armas para defenderte?. Los señores feudales las utilizaban para disfrutar de los festejos que se celebraban en la plaza. Ahora solamente podrías ver las procesiones, la bajada de la Virgen, el Womad y una ridícula bandejita pues ni siquiera hay botellón.

Como eran unos ricachones podían calcular la extensión de sus propiedades desde lo alto. ¿Qué propiedades vas a calcular tú que solo tienes hipotecas? No podrás contemplar tu latifundio a no ser que al bonsái que tienes en el salón le llames latifundio. O sea que la quieres para presumir ante los amigos. Te intenta chulear un amigo: "Desde mi casa se ve el parque del Príncipe". Y tú le toreas: "Pues vaya mierda. Desde mi torre se ve el atardecer en Tornavacas". Y no vas a comprar el parque con Tornavacas y además él tendrá visillos y cortinas en el balcón y tú la torre totalmente limpia de estorbos.

Bueno, a lo mejor es pura envidia y los que no tenemos torre deseamos que la propiedad de todas las torres pase al ayuntamiento y las abra a todos los que quieran ver los atardeceres de Tornavacas gratis. Bueno, y el amanecer en la Sierra de Montánchez que según mi amiga Regina es magnífico.