El caso de un trabajador de la construcción de Coria que demandó por acoso moral-laboral (mobbing ) a su empresa ha sido el último que se ha visto en un juzgado cacereño. Llegó al Juzgado de lo Social el pasado 1 de julio, pero la mediación del magistrado permitió que las partes llegaran a acuerdo y evitó el juicio.

El abogado del trabajador se comprometió a no insistir en la resolución del contrato y a retirar la demanda a cambio de una indemnización; la empresa reconoció el despido improcedente y aceptó el pago; y ambos acordaron no emprender otras acciones futuras.