Una docena de trabajadores de Conyser protagonizaron ayer la tercer protesta consecutiva por el despido de uno de sus compañeros, Ricardo Miralles, conductor de uno de los camiones de recogida. La empresa concesionaria del servicio de limpieza le comunicó su despido el 12 de febrero por negarse a interrumpir su descanso para sustituir a un compañero el 6 de enero y no recoger basuras depositadas en el exterior de los contenedores cuando realiza su vaciado.

Tanto el trabajador como el secretario de la Federación de Servicios de UGT, Antonio Moreno, lo desmienten y aclaran que, en el primer caso, solo pidió que fuera otro el sustituto puesto que él había tenido que trabajar, sin corresponderle, el 1 de enero. Sobre la segunda cuestión, señala que los conductores no tienen obligación de recoger la basura de fuera del contenedor.

Acusan a la empresa de "abuso de autoridad y acoso laboral" y de tratar de escarmentar al resto de la plantilla. El director de la asesoría jurídica de Conyser, Juan Antonio Moreno, no quiso pronunciarse sobre el conflicto. "Lo harán los tribunales", dijo. El concejal de Desarrollo ha convocado una reunión el lunes para mediar y forzar una solución, puesto que la protesta ha trascendido el ámbito de la empresa y "afecta al ayuntamiento".