Sólo seis de los más de un centenar de trabajadores que en sus tiempos tuvo la fábrica de cerámicas Waechtersbach siguen aún en ella. A estos seis se les mantienen los contratos para poder atender la tienda y las oficinas, mientras el resto se encuentra ya en el paro al haberse llevado a cabo recientemente la extinción de sus contratos. Y todos ellos tienen aún pendientes algunos pagos. Se les adeuda, en concreto, la mitad de la nómina de diciembre, 22 días del mes de enero, el finiquito y las indemnizaciones.

Para cobrar estas cantidades, los trabajadores pueden esperar a la liquidación de la empresa --ellos figurarían entre los primeros acreedores que cobrarían-- o bien tienen la opción de cobrar del Fondo de Garantía Social. En este caso el Fondo de Garantía Social sustituiría en la lista de acreedores de Waechtersbach a los trabajadores que hubieran elegido la opción de recurrir a ellos para cobrar las cantidades que ses le adeudan y no esperar a la liquidación.

Mientras tanto, la tienda sigue abierta, se mantiene la venta al público porque está generando liquidez, lo que está permitiendo pagar las deudas de la empresa a partir de la intervención judicial y tras el cese de la actividad. Es por ello que se mantienen los contratos a seis trabajadores y se mantendrá la tienda mientras sea rentable porque sus ingresos compensen el coste que supone tenerla abierta.